PUERTA INTERIOR… Medir el amor
Por: Norma Huizal
¿Los seres humanos amamos de la misma manera? ¿Cómo medir el amor? ¿de acuerdo a la intensidad de lo que sentimos por el otro? ¿de lo que somos capaces de hacer por el otro? ¿de creer ciegamente en el otro?
Cuando sentimos que estamos enamorados y escuchamos música, leemos poesía, vamos a ciertos lugares, pensamos y creemos que son nuestros lugares, nuestra poesía, nuestra música, de nadie más.
Esa canción es especial porque la cantaba con “fulano”, o este lugar me recuerda a “sutanito”, jamás imaginamos que ese lugar es tan común, esa canción es de muchos y ese poema se lo leerán a otra persona.
Pero, ¿De verdad somos tan como imaginativos los seres humanos, para hacer las mismas cosas con otra pareja?
Repetimos el esquema, o es una estrategia que les funciona a los hombres seductores que se la pasan cazando su nueva presa. O a las mujeres que buscan “suggar dadys” para no trabajar.
Le dice, lo mismo que a mí, le regalo una bolsa idéntica a la mía, por eso me di cuenta que mi amiga era la otra. La lleva a donde mismo, y le cuenta las mismas historias que a mí.
Se supone que cada día nos reinventamos, hacemos cosas diferentes, y nos retamos.
Cuando estudiaba en la universidad, un maestro me tiraba las flores; cuando le platique a mi mejor amiga resulto que a ella también, y le decía exactamente las mismas frases que a mí.
Fue una decepción porque era el maestro de literatura, creímos que tendría más vocabulario o más creatividad, pero era solo un vulgar copista de textos para repetirlos como rokola.
Ojalá los seductores de profesión entiendan que “ya chole” con sus frases prefabricadas, sus historias tan contadas y sus mentiras tan increíbles.
Seducir es todo un arte que hemos ido perdiendo, y que aún podemos recuperar, por el bien del amor, del erotismo y de la pasión.
Por: @_NormaHuizar_