Tres años
Por: Emmanuel Salazar
Hace tres años, el proceso entrega-recepción en el municipio de Durango inició poco antes del 1 de julio, pues hubo voluntad política para transitar de forma anticipada por ese inminente camino que llevará a la nueva administración a tomar el control de la hacienda pública.
Desde los primeros días de julio se han realizado diversas entrevistas al presidente municipal saliente, José Ramón Enríquez Herrera, quien simplemente se ha acogido a que en la norma, el periodo para iniciar la entrega-recepción ocurre a partir del 1 de agosto.
Las implicaciones sobre esperar hasta el siguiente mes, sin duda alguna será que habrá menos tiempo para que quienes llegan puedan adentrarse en los detalles económicos, y ello implica cierto desorden que habrá de repercutir al final en la propia ciudadanía.
Las revisiones que se hicieron hace tres años, dieron pauta a que se llegaran a señalar presuntas anomalías, especialmente en el tema de la adquisición de los famosos estacionómetros, los cuales prácticamente no sirvieron, pues eran de medio uso, a grado tal que la administración de Enríquez Herrera suplió los aparatos por una aplicación electrónica, por lo que concesionó el servicio, tal y como ocurrió con la concesión del alumbrado público.
Hubo alguna denuncia que fue negociada y no se procedió contra los presuntos responsables, pues finalmente Enríquez Herrera no dio seguimiento a los señalamientos, por lo que la mayoría interpretamos que hubo una negociación.
Por lo que se vislumbra, a diferencia de hace tres años, no habrá bajo el Gobierno de Jorge Salum del Palacio un borrón y cuenta nueva, por lo que se deberán cuadrar al máximo los números, pues en aquellos rubros en los que se detecten anomalías no serán solapadas, y parece que ese mensaje va en serio, a diferencia de hace tres años, cuando las palabras de Enríquez Herrera se las llevo el viento y nunca hubo ningún deslinde de responsabilidades, por lo que si hubo anomalías, esas quedaron impunes, pero eso no lo sabremos los duranguenses pues nunca se agotó ese tema.
Sin caer en las exageraciones, bien vale la pena que Salum del Palacio haga el emplazamiento necesario en caso que se detecten anomalías financieras, pues la confianza de los duranguenses está depositada en la nueva autoridad.
Según el sondeo que hemos realizado, el Alcalde electo sí habrá de proceder en caso que se encuentren anomalías y formalizará las denuncias respectivas.