Por: Gilberto Jiménez Carrillo

El 27 de octubre del 2017, Enrique Peña Nieto se gastó en un viaje presidencial un millón 74 mil 670 pesos con 40 centavos en insumos. Esta cantidad era la que se derrochaba tan solo para las necesidades del Presidente y sus acompañantes en los viajecitos en que se utilizaba el avión presidencial. 47 mil 258 pesos en mil 164 rastrillos; 41 mil 225 pesos en mil 247 cepillos y pastas; 157 mil 852 pesos en 486 aguas de tocador para dama, 242 mil 300 pesos en 746 aguas de tocador para caballero y más de 70 mil pesos en mil 265 botes de gel fijador de cabello. Este último despilfarro es el único que se justifica, ya que el frívolo expresidente era famoso por su copete ensalivado y obviamente para mantener tan ridícula imagen se requerían litros y litros de gel. La lista también incluye 36 mil 627 pesos en mil 263 esponjas lustradoras; además de 16 mil 208 pesos gastados en mil 215 corta uñas. El sábado 11 de julio de 2015, durante el vuelo rumbo a Francia —a donde acudió como invitado de honor para el desfile militar en París por el Día Nacional del país europeo— Enrique Peña Nieto y su comitiva ordenaron en el avión “Presidente Juárez” 69 platillos de filete de curvina bañada en salsa, 69 ensaladas con camarones y nueve filetes de carne en su jugo. En las cerca de doce horas de vuelo sobre el Atlántico, erogaron 261 mil 423 pesos con dicha compañía, es decir, gastaron más de 26 mil pesos por hora en alimentos. La costumbre y uso con respecto de las giras internacionales a todo lujo regresaron con Enrique Peña Nieto en la Presidencia, al grado de superar las estadísticas y anecdotarios de expresidentes que pasaron a la historia por sus excesos viajeros. Sólo por citar dos ejemplos, Adolfo López Mateos efectuó 41 giras internacionales en sus seis años de mandato —lo que le valió el apodo de «López Paseos”.  En la presidencia de José López Portillo podían viajar en las giras su esposa, hijos, cuñada, nanas, mascotas y hasta el piano de la primera dama, con Peña Nieto la familia presidencial, que se componía de los seis hijos que entre ambos tenían y hasta la cuñada del Presidente o la maquillista de Angélica Rivera, iban a París con un séquito de 200 personas. Los gastos en la presidencia de Enrique Peña Nieto han sido los más cuantiosos en la historia de las administraciones federales en México, no sólo en comunicación social sino en alimentos, artículos de lujo, viajes, y seguridad. Por eso y más, Enrique Peña Nieto ha sido ser el Presidente más caro y gastalón de México. Los últimos 36 años fueron iguales, desde que comenzó el sexenio de Miguel de la Madrid hasta el último día de Peña Nieto. Seis expresidentes, cuyas administraciones tuvieron como característica principal la corrupción, saqueos, abusos y derroche. Esas aberrantes prácticas terminaron con el Gobierno republicano y austero de Andrés Manuel López Obrador. A pesar de sus detractores, el Presidente de México sigue demostrando que se puede gobernar bajo el principio de Benito Juárez, que los funcionarios públicos no pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la Ley les señala. Después de más de tres décadas tenemos un presidente decente, trabajador y honesto… eso es lo que les cala.