Votar por los menos malos
Por: Ernesto Escobosa
Muy reveladoras las afirmaciones de la Consejera Electoral Adriana Favela, en el sentido de que el único candidato a la gubernatura de Guerrero que presentó un informe de gastos de precampaña fue el de Redes Sociales Progresistas y aun así todos fueron registrados a excepción de Félix Salgado Macedonio, esto, independientemente de la percepción que se pudiera tener de este personaje expone que el INE no está siendo imparcial.
Si bien es cierto que desde hace tiempo hay un gran activismo de la FGR y la UIF para investigar y exponer públicamente la corrupción del pasado, evidenciando a personajes de las diversas cúpulas políticas distintas a las de Morena, el INE no puede darse el lujo de tomar partido en esta contienda electoral la cual se proyecta bastante polarizada y accidentada con alrededor de 80 aspirantes y candidatos asesinados.
Hasta hace algunas semanas las prospectivas eran que Morena y sus aliados obtendrían una mayoría muy cómoda en la Cámara de Diputados cuando solo se habían mostrado los candidatos de sus opositores, después de que se dieron a conocer quiénes contenderán por el partido del Presidente las expectativas dejaron de ser tan optimistas, precisamente porque en vez de proponer perfiles competitivos hicieron lo contrario, Durango es ejemplo de ello, parece que fue el Gobernador quien los escogió y no el delegado de Morena, porque lo de las encuestas nadie lo creyó.
Esta elección será una más de las que ya estamos acostumbrados, buena parte de los candidatos tienen perfiles decepcionantes, de nueva cuenta personajes señalados por corrupción, otros con trayectorias públicas muy cuestionables o intrascendentes, sin faltar las figuras improvisadas y desconocidas salidas de la nada, en esta ocasión el electorado volverá a estar en el predicamento de elegir a los menos malos ante la falta de responsabilidad social de los partidos políticos.
Las elecciones cada vez tienen menos importancia en la consciencia colectiva porque no están sirviendo para cambiar positivamente la realidad social, las incongruencias entre el discurso de los candidatos y lo que hacen cuando son electos han propiciado que la problemática persista a través de los años, se diversifique y se haga más compleja. Ciertamente los gobiernos priistas y panistas se caracterizaron por su corrupción, los pactos de impunidad y los grandes negocios facilitados desde el poder público, no hay duda que por eso perdieron la Presidencia de la República en 2018 y quedaron como fuerzas marginales en el Congreso de la Unión, pero también es cierto que el actual Gobierno no ha sido excepcional ni supo cómo capitalizar sus circunstancias, buena parte del gabinete en vez de ser un activo para el Presidente es un lastre, unos por su edad y descontextualización y otros por la falta de preparación para el servicio público, Morena se ha mostrado como un partido ingobernable, incoherente e inestable que gradualmente ha venido perdiendo la confianza que en su momento le entregaron los electores, muchos de los liderazgos de ese partido, tanto en lo nacional como en los estados, se han mostrado muy pequeños, tal es el caso de que en vez de conservar y acrecentar el capital político de AMLO se han dedicado a dilapidarlo, muchas veces en sus intentos de imponer sus ambiciones personales; no aprendieron de la experiencia del PRD.
Lo que era una elección prácticamente resuelta se les fue de las manos, en unos casos por torpes y en otros porque evidentemente negociaron con los gobernadores del PRI y PAN para postular candidaturas diseñadas para perder; estos son los costos de que López Obrador, desde el inicio, haya decidido no intervenir en los asuntos de su cada vez más debilitado partido, el caso de Salgado Macedonio les está saliendo carísimo y lo increíble es que Mario Delgado anda con él festejándole sus excesos verbales en vez de conducir, con seriedad, el proceso electoral en el que su partido puede perder el control de la Cámara de Diputados, la mayoría de los congresos locales y en consecuencia, del Constituyente Permanente.
Twitter: @ernestoescobosa