• Centro Cultural Tijuana transmitió en redes sociales la película de Fernando de Fuentes dentro del ciclo “La imprescindible cinefilia de Carlos Monsiváis”

Con motivo del décimo aniversario luctuoso del escritor Carlos Monsiváis, el Centro Cultural Tijuana (Cecut), organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, ha organizado un ciclo de cine para disfrutar en casa.

Titulado “La imprescindible cinefilia de Carlos Monsiváis”, el ciclo arrancó el pasado 5 de junio con Salón México de Emilio “Indio” Fernández y continuará este viernes con ¡Vámonos con Pancho Villa! de Fernando de Fuentes.

La película estará disponible mediante un enlace que publicado este viernes 12 de junio a partir de las 11:00 horas en la cuenta Facebook.com/cecut.mx, en el marco del programa nacional Contigo en la Distancia de la Secretaría de Cultura federal.

Dedicado a honrar la memoria de quien fue un agudo crítico de cine y asiduo visitante del Cecut, cuya cineteca lleva el nombre del escritor desde su fundación en 2011, el ciclo se presenta como un modesto homenaje a la genuina cinefilia del escritor.

El ciclo sigue el patrón de uno similar que la Cineteca Nacional organizó en 2011, un año después de la muerte del autor de Los rituales del caos, bajo la curaduría del crítico de cine y ensayista Carlos Bonfil, también visitante frecuente del Cecut, donde ha pronunciado conferencias sobre distintos temas, la última de las cuales, a finales de agosto de 2019.

En esa ocasión, Bonfil presentó su libro Al filo del abismo. Roberto Gavaldón y el melodrama negro y comentó La otra, un thriller de 1946 que se proyectará igualmente en “La imprescindible cinefilia de Carlos Monsiváis” el viernes 19 de junio, la fecha exacta del aniversario luctuoso del escritor, para cerrar el viernes 26 con El compadre Mendoza (México, 1934) de Fernando de Fuentes.

En cuanto a ¡Vámonos con Pancho Villa!, se trata de la segunda cinta de una trilogía que el director, considerado uno de los cineastas más influyentes del periodo anterior a la Época de Oro del cine mexicano, dedicó al tema de la Revolución mexicana, junto con El prisionero trece y El compadre Mendoza, ambas de 1933.

Basada en la novela del mismo nombre de Rafael F. Muñoz, la cinta narra la trágica historia de un grupo de revolucionarios que se une a las fuerzas de Pancho Villa durante la Revolución mexicana y las peripecias de la vida militar.

En la adaptación de la novela de Muñoz participó, además del propio Fernando de Fuentes, el poeta Xavier Villaurrutia, mientras que la música quedó a cargo del compositor duranguense Silvestre Revueltas y como operador de cámara fija se contó con Gabriel Figueroa.

Si bien la película se desarrolla a partir de episodios de la vida en campaña, los personajes no dejan de expresar cierto desencanto con los derroteros seguidos por la Revolución mexicana.

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