Hidalgo del Parral. – A sus 93 años, don Pablo aún trabaja para ayudar a su familia; rellena hoyos en Paseos de Almanseña; «Lo que Dios nos dé cada día, primeramente que no nos falte él y ya la armamos».
Pablo Dueñes Flores, a sus 93 años, aún trabaja para poder llevar el sustento a su hogar, una carrucha, dos picos, una pala y un azadón; son sus herramientas diarias.
Don Pablo vive con su hija de 30 años, quien se hace cargo del hogar ya que no tiene esposa, a su vez su hija tiene una hija de 12 años, nieta de don Pablo; a quien tanto quiere y adora.
Tiene otro hijo, de unos 60 años, de oficio mecánico, quien también lleva sustento al hogar cuando le caen «chambitas»; ya que el trabajo no es constante en su taller.
Tiene su domicilio en la colonia Che Guevara, en la calle Justicia Social y Naciones Unidas, pero todos los días muy temprano se va a laborar en uno de los accesos de terracería de la colonia Paseos de almanseña.
Ahí, como puede arrima tierra en su carrucha para tapar los hoyos y que los vehículos puedan acceder sin tanto problema, lo que le genera una propina de los conductores que notan y agradecen su esfuerzo.
Te puede interesar: Atropellan a trabajador de recolección de basura y todavía lo detienen por daños
«Pues a veces saco entre 150 y 200 pesos diarios, con eso tenemos que sobrevivir, que jale no nos falte y con eso no nos faltan frijolitos sopita y tortillas en la casa»: dijo.
En su casa se hacen presentes algunas goteras cuando llueve, hay que pagar luz, agua, servicios y lo que se requiera para que su familia esté protegida; sobre todo su nieta que ya va a entrar a la secundaria.
Con 93 años de edad, don Pablo dice que la única enfermedad que tiene es la vejez, pues de otros males ni se queja, solo la edad que ya marca los estragos de los años que han pasado, pero se dijo dispuesto a seguir trabajando por su familia; «Vamos a trabajar hasta que el Señor diga que ya es tiempo», comentó.
«Una agüita, un taco, una soda, aveces la gente pasa y es lo que nos da pero todo es bendición, estoy aquí todo el día hasta las cinco o antes si me siento cateadon y me voy a mi casa»; agregó.
Pidió que cualquier cosa que la gente quiera donar, más que nada alimentos, todo es bienvenido, «uno acepta la voluntad de Dios como venga, aquí me tiene aún con mi familia, trabajando gracias a él, lo que Dios nos dé cada día, primeramente que no nos falte él y ya la armamos» finalizó.
Tu puedes hacer la diferencia en su día a día, apoyándolo si lo vez con una moneda, o bien, comunícate con nosotros y vamos a apoyarlo.