Santiago Papasquiaro, Durango.- En las primeras luces del amanecer en Santiago Papasquiaro, un palpitar de tradición y patriotismo se apoderó de las calles. Como es costumbre en este municipio, desde las primeras horas, los habitantes y visitantes se congregaron a lo largo de las principales arterias de la ciudad. Todos estaban listos para presenciar el desfile conmemorativo del 113 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, un hito que marcó el devenir histórico de México.
Son 113 años desde aquel 20 de noviembre de 1910, cuando Francisco I. Madero alzó la voz y las armas contra Porfirio Díaz, dando inicio a un importante capítulo en la historia. Este conflicto armado, liderado por figuras como Pascual Orozco, Francisco Villa y Emiliano Zapata, desencadenó combates que llevaron a la renuncia y exilio de Porfirio Díaz, dando paso a una serie de eventos que culminarían en la promulgación de la Constitución en 1917.
El desfile en Santiago Papasquiaro se abrió con el resonar de un grupo musical, seguido por las autoridades, regidores del Cabildo, escoltas y bandas de guerra municipales. Directores, subdirectores y jefes de departamento, junto con el personal de los centros de desarrollo comunitario, desfilaron en un orden impecable por las calles de las diferentes colonias.
La tradición también se hizo presente con la participación de instituciones educativas de todos los niveles. Desde educación básica hasta superior, con formaciones únicas, dieron vida a una pista que cautivó la atención de los ciudadanos que observaban con orgullo el paso del gran contingente por el centro de la ciudad.
El desfile continuó con la vibrante presencia de grupos de danza y baile urbano, seguidos por los elementos de seguridad pública de la policía municipal y estatal. Los vistosos vehículos de la Cruz Roja Mexicana y Rescate Santiago destacaron en el desfile, seguidos por los valientes integrantes del 71 Batallón de Infantería.
Al concluir el recorrido, ciudadanos y participantes se congregaron en la Calzada José Ramón Valdez, donde se llevaron a cabo diversas actividades. La Kermés Revolucionaria, además de ser un festín para los sentidos, tenía un propósito noble: recaudar fondos para obras que beneficiarán a familias y niños santiagueros de bajos recursos en la próxima Navidad.
Así, en este día de conmemoración, Santiago Papasquiaro no solo recordó su historia, sino que también se unió en solidaridad y alegría, construyendo un futuro en el espíritu de la Revolución Mexicana.
Por: Rolando Herrera