La Rosilla, Guanaceví, Durango.-En La Rosilla, Guanaceví, Durango, el invierno no da tregua, esta semana las temperaturas han llegado a -17 ° C, desafían las condiciones climáticas para continuar con su labor educativa, lo que demuestra un ejemplo de perseverancia y compromiso digno de admiración.
La Rosilla es conocida por sus temperaturas extremas, ya que registró la marca histórica de -21.5 ° C, la temperatura más baja en el estado de Durango. En este entorno helado, los salones de clases se convierten en refugios, donde no solo se imparten lecciones académicas, sino también se protege la salud de los estudiantes. Los maestros no solo educan, también desempeñan un papel vital al garantizar que las condiciones en las aulas sean lo más cómodas y seguras posibles.
Un ejemplo sobresaliente es el del maestro Saúl Rodríguez, quien todos los días corta leña para alimentar una chimenea que calienta su salón de clases. Este esfuerzo no solo permite la concentración de sus alumnos en sus estudios, sino que también los protege del frío que caracteriza a la región.
En estas circunstancias, la tarea de los maestros adquiere un significado profundo, padres de familia y estudiantes reconocen y agradecen la labor incansable de quienes, a pesar de la adversidad trabajan para garantizar que la educación no se detenga. “Gracias por su dedicación y entrega a la docencia”, expresaron las familias, quienes también subrayaron el impacto positivo que los maestros tienen en la vida de los niños y niñas de La Rosilla.
Por: Jesús Martínez