Santiago Papasquiaro, Durango.- La sequía ha sido un problema recurrente en los últimos años en el estado de Durango, y en el 2023, Carlos Zapata Pérez, responsable de la Unidad de Conservación y Desarrollo Forestal Integral (UCDFI) Topia, ha destacado que esta sequía supera incluso las registradas en 2010 y 2011.
Zapata Pérez resaltó la importancia de la humedad y las precipitaciones en el bosque, ya que estas son fundamentales para el abastecimiento de manantiales, arroyos y mantos acuíferos, incluyendo las zonas bajas. La falta de lluvias ha tenido un impacto directo y significativo en la agricultura y la ganadería, sectores vitales para la economía de la región.
En cuanto a la ganadería, Zapata Pérez mencionó que los pastos no se han recuperado, lo que ha obligado a los ganaderos a realizar inversiones considerables para suplementar la alimentación de sus animales o incluso venderlos debido a la escasez de forraje.
Dada la gravedad de la situación, el responsable de la UCDFI Topia, enfatizó la necesidad de establecer una estrategia conjunta con el Gobierno para abordar los desafíos y riesgos que se avecinan en el bosque duranguense en el 2024. La sequía no solo amenaza la vida silvestre y los ecosistemas, sino que también tiene un impacto directo en la seguridad hídrica, la agricultura y la ganadería, lo que requiere una acción coordinada para garantizar la resiliencia de la región.
Por: Rolando Herrera