Hidalgo del Parral. – Caminó durante siete días de Guadalupe y Calvo a Parral, conoce el porqué y su historia, todo inicio hace 52 años con un regalo de su padre.
Hector García Aguirre, abogado de profesión, cargó con sus recuerdos y su empeño para lograr un sueño, y caminó durante siete días los más de 240 kilómetros desde Guadalupe y Calvo hasta Parral.
Cumplió un sueño que desde pequeño gracias a su padre se estableció. Hace 7 días, Hector García, partió del centro de Guadalupe y Calvo con destino hasta Parral, en honor al trayecto que su padre realizaba hasta esta ciudad y que precisamente durante uno de estos viajes; hace ya 52 años una de estas visitas de su papá marcaría su destino para siempre.
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Hector tenía 12 años y su sueño era conocer Parral, pero debido a la falta de recursos no podía realizarlo, su papá acudió de visita a la ciudad por cuestiones de trabajo y en aquella ocasión le compró a su pequeño hijo una máquina de escribir; con la finalidad de motivar su superación.
Tras comprar la máquina de escribir para Hector, su padre se quedó sin dinero y no le alcanzaba para pagar su habitación en el popular hotel «Las Fuentes»; en pleno centro de la ciudad.
Apenado por esta situación, le informó al dueño del hotel que no pasaría la noche en éste lugar, lo que conmovió al empresario y lo dejó quedarse debido al sacrificio que había realizado por su propio hijo.
Con la voz entrecortada, Hector aseguró que este recorrido lo realizó en honor a aquel detalle de su señor padre, ya que esa maquina marcaría su destino al utilizarla para estudiar y superarse en la vida; al grado de haber llegado a ser juez y secretario de acuerdos.
Este sábado en honor a aquel viaje que cambió el destino de su vida, Hector García llegó al hotel «Las Fuentes» donde su padre se instaló junto a su máquina de escribir hace ya 52 años y los recuerdos y las lagrimas del caminante no cesaban.
Fue así como concluyó la travesía de 7 días, de cientos de kilómetros, y de infinidad de recuerdos en honor al regalo de su padre que cambiaría su destino para siempre.
Fuente: David Ortega, Diario de Chihuahua