Desafortunadamente, se ha desgastado mucho la situación social, no solo en nuestro país, sino en el mundo entero, esto desencadena una situación trágica, ahora vemos con la defensa de la familia que es donde se va cultivando el núcleo de los valores y si ponemos de nuestra parte y nos acercamos a Dios las cosas podrán cambiar, así lo aseguró el padre Noe Soto, Vocero de la Arquidiócesis en Durango.
Si nosotros perdemos la defensa de la vida desde su concepción, generamos violencia, si perdemos la familia en su núcleo básico, generamos violencia, todo este ambiente que vivimos como las canciones o videojuegos que incitan a la violencia y este tipo de acciones van desintegrando el tejido social.
«Los vicios como drogadicción y alcoholismo generan violencia, esto nos lleva a la pérdida de la conciencia y alejamiento de Dios y a cometer atrocidades que estamos viviendo», finalizó Noe Soto.
Por: Víctor Salas