En Durango hay centros de rituales y sanación que trabajan en la clandestinidad. Para operar, estos lugares deben estar registrados y dar a conocer en que está basada su doctrina, su objeto y reglamento; obviamente todo tiene que ser lícito, expuso Juan Carlos Gutiérrez Fragoso, director de la Oficina de Asuntos Religiosos de la Secretaría General de Gobierno.
Obviamente las asociaciones que adoran al diablo, satanás y otros, pues no se pueden considerar como un culto porque tienen prácticas que son contrarias a la Ley, dijo.
“No sabemos que tanto han proliferado estos centros de rituales, porque trabajan en la clandestinidad. Pueden decir que son chamanes, pero están en la irregularidad; son charlatanes que se ocultan en el anonimato”, explicó.
El funcionario, dijo que es muy importante que la gente que acude a estos centros de sanación terapias y cosas similares se informen y confirmen que quienes ofrecen los servicios estén registrados ante la autoridad competente y que tengan su registro.
También es muy importante que, si la gente se da cuenta de alguna irregularidad, hagan las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes.
Finalmente, Gutiérrez Fragoso, externó que la población debe ser cuidadosa para que, en el ejercicio de su Fe y creencias no caigan en manos de charlatanes que puedan poner en riesgo su salud e integridad.
Por: Brenda Maurer
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