Por: Víctor Salas
Es necesario comentar que el alcoholismo es una enfermedad que ocasiona una profunda agresión a la calidad de vida de la persona y todos los miembros de su entorno: familiar, laboral y social.
Por ello, Janio Sotelo, coordinador del Centro de Terapia y Consejería en Adicciones Vermont, manifestó que el problema principal en un hogar es el adicto y se piensa que dejando de consumir la sustancia adictiva se van a acabar los problemas, lo que es un gran error, pues explicó que el alcoholismo es una enfermedad de contagio familiar: «Se deja de consumir, pero quedan problemas secuelas o daños secundarios causados por la manera de beber y de actuar cuando la persona lo hacía».
Comentó que mucha gente le dice al enfermo que deje de tomar, pero no le enseña cómo hacerlo: «Es necesario llegar a tocar un fondo y tomar la decisión de que en realidad quieres hacer algo para que tu vida cambie», dijo.
Sin embargo, señaló que una persona sumergida en la adición es muy difícil que decida por sí misma salir del problema, por eso, la mayoría de las ocasiones, son sus familiares los que deben tomar la decisión “dura, fuerte y dolorosa” de internarlo en un centro de rehabilitación, pero si en verdad quieres ayudar a tu familiar, no hay otra manera.
Cabe informar que el alcohol es una potente droga psicoactiva con un número elevado de efectos secundarios que pueden afectar de manera grave al organismo: «La cantidad y las circunstancias del consumo juegan un papel importante al determinar la duración de la intoxicación», afirmó.