Atractivos históricos como lo es «el puente que construyó el diablo», que se encuentra sobre el río tunal, solo alejan al turismo, ya que no hay acceso por las riberas de los ríos y hay mucha contaminación en las aguas, menciona Evenor Cuellar, ex investigador de INIFAP; exhorta a autoridades a hacer algo al respecto, pues son tesoros que no se están aprovechando en Durango.
El Puente del Diablo se encuentra en Navacoyán, en el ejido Francisco Montes de Oca, a unos 8 kilómetros de la ciudad de Durango.
Este sitio histórico es uno de los más representativos del estado de Durango, ya que es participe de muchas leyendas urbanas muy famosas.
Pero pareciera que esto no le importa a las autoridades, ya que la situación por la que pasa este sitio es muy lamentable; en el río que pasa por el Valle del Guadiana, esta repleto de llantas y basura por las orillas, las aguas son verdosas y el puente está en pésimas condiciones y sin señalamientos.
Evenor Cuellar, ex investigador de INIFAP, menciona que los ríos de Durango deberían estar colmados de turismo, pero ni siquiera se cuenta con accesos por las riberas de los ríos.
«No le damos valor a los recursos tan ricos que se tienen en Durango, el puente que construyó el diablo, es uno de ellos», enfatiza Evenor.
Es momento de que las autoridades pongan mayor atención en estas ubicaciones y darles el cuidado y restauración que merecen.