Las batallas de la comunidad LGTBIQ+… más que una bendición
30/01/2024 - Hace 10 meses en Durango EstadoLas batallas de la comunidad LGTBIQ+… más que una bendición
Las batallas que han librado los integrantes de la comunidad LGTBIQ+ en favor de la defensa de sus derechos humanos han ido más allá de recibir bendiciones por parte de la iglesia católica.
Round 1
En 2003 la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación trajo a su paso una serie de reformas y creación de nuevos decretos a favor de la diversidad, entre ellos la formación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) así como la reforma al Código Civil y el Código de Procedimientos Civiles que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, que señala: “el matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua”, con lo que se elimina el concepto hombre y mujer como base del matrimonio.
La lucha por la defensa de los derechos humanos y con ello, la posibilidad de una mayor inclusión fue emitida a finales de 2023, cuando el vaticano anunció mediante la declaración Fiducia supplicans (Confianza suplicante) que los sacerdotes católicos puedan administrar bendiciones a las parejas del mismo sexo, así como a las parejas en situación “irregular”, siempre y cuando dichas bendiciones no sean parte de un ritual o liturgia de la Iglesia.
Fernando Rodríguez, presbítero responsable de la pastoral Vida y Familia de la Arquidiócesis de Durango, explica de qué se trata esta declaración y por qué ha causado revuelo entre la comunidad LGTBIQ+.
“Al permanecer la iglesia firme en que el matrimonio es entre varón y mujer, y es exclusivo de ser hombre y ser mujer, este tipo de relaciones no pueden ser bendecidas, lo que se bendice es a los individuos. No se bendice a la pareja, no se bendice a la relación, sino que se bendice a las personas.
Ahí fue donde causó un poco de confusión, no es que se haya permitido bendecir este tipo de relaciones, puesto que no van de acuerdo con el designio y la voluntad de Dios Padre”.
Esta declaración elaborada por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha parecido ser confusa entre la comunidad católica, pues, aclara que la nueva directriz no debe confundirse con el sacramento del matrimonio, porque busca establecer que Dios “acoge a todos”. Aún existen algunas dudas sobre si esto representa una antesala a reconocer también el matrimonio igualitario.
“Suscitó mucha confusión decir que se podría bendecir las relaciones de tipo homosexual o en situaciones irregulares, pero el magisterio y la tradición de la iglesia, que permanece fiel a las sagradas escrituras, dice que lo que se bendice es a la persona en lo individual y se puede bendecir a una persona que tiene una tendencia homosexual y se le invita a la conversión, que viva su vida célibe y su vida conforme a la voluntad de Dios”, señala el presbítero Fernando Rodríguez.
Round 2
Alan Espinosa de la O, activista y uno de los mayores defensores de los derechos humanos de la comunidad, asegura que esta bendición católica cobra gran relevancia, aunque su lucha es jurídica:
“Dentro de las mismas comunidades LGTBIQ+ sabemos a lo que nos enfrentamos con los temas de la iglesia. Siempre han llamado a la segregación y al rechazo a las parejas del mismo sexo, por lo tanto, creo que por eso mismo no nos hemos acercado y ellos tampoco han hecho hacia nosotros.
Nosotros hemos luchado más por la certeza legal que da el Estado. Por ejemplo: en estos tiempos es muy difícil poder adquirir una vivienda digna o la seguridad social para los cónyuges”.
En México, 1 de cada 20 personas mayores de 15 años se autoidentifica como parte de la comunidad LGTBIQ+. Esta cifra mayúscula tiene un impacto en Durango, donde según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género 2021, existen 96 mil 450 personas se identifican como homosexuales, lesbianas, bisexuales, pansexuales o asexuales.
Para Alan Espinosa, la segregación que ha hecho el catolicismo en la comunidad ha generado un gran rechazo y no han tenido acercamientos para ser bendecidos:
“Yo creo que la mayoría de las poblaciones en México somos católicos, nacimos, crecimos y nos desarrollamos en ambientes culturales católicos donde vimos más rechazo que aceptación.
Dentro de las mismas comunidades LGTBIQ+ sabemos a lo que nos enfrentamos con los temas de la iglesia. Siempre han llamado a la segregación y al rechazo a las parejas del mismo sexo, por lo tanto, creo que por eso mismo no nos hemos acercado y ellos tampoco han hecho hacia nosotros”.
Nocaut
Para la Arquidiócesis de Durango, tener una preferencia distinta a la heterosexual no representa un pecado, siempre y cuando no se cometan “actos homosexuales”.
“No, lo que decimos nosotros es que una persona con tendencia homosexual, aunque haya un desorden interior en los sentimientos, esta persona puede alcanzar con la gracia de Dios la santidad, pero se le pide que no realice los actos homosexuales porque contradice el tipo de relación que la iglesia considera que es el varón y la mujer, dentro del matrimonio”, señala el presbítero y responsable de la pastoral de Vida y Familia, Fernando Rodríguez.
En una sociedad conservadora como la duranguense, donde actualmente el 83 por ciento profesa la religión católica, la legalización del matrimonio igualitario parecía inalcanzable hasta que en septiembre de 2022 el Gobierno estatal emitió un decreto administrativo con el cual se prohíbe que cualquier registro civil rechace la celebración de matrimonio por cuestiones de origen ético, género, discapacidad, condición social o preferencia sexual.
Alan Espinosa considera que la bendición a los matrimonios igualitarios, llega muy tarde, pues diversos colectivos y organizaciones ya realizaron una serie de presiones y acciones que han derivado en modificar el rumbo social del país:
“Yo creo que la iglesia no ha estado a la altura de lo que está pasando a nivel mundial, con la lucha de los derechos humanos, con el de las comunidades LGTBIQ+ y con el movimiento feminista que está cambiando las perspectivas sociales y políticas, por lo tanto, considero que es un tema importante en el que la iglesia no ha sabido dar un mensaje que vaya dirigido hacia la protección de los derechos humanos”
Estas luchas ganadas a favor de la comunidad LGTBIQ+ representan un parteaguas en la defensa de los derechos humanos, pues como se estipula en la declaración de las Naciones Unidas, todos los derechos son para todas las personas.
Por: Karla Tinoco