Adriana Miranda Nájera, empresaria del ramo carnicero y socia de la Cámara Nacional del Comercio (CANACO), resaltó que la carne de caballo o de esquino no es mala, sin embargo, Durango no cuenta con rastros que puedan certificar que estos animales están en excelentes condiciones para su consumo humano, por lo que recomendó no consumirla.
“La carne de equino no es mala, de hecho, es magra, sin embargo, no tenemos un rastro certificado, no podemos saber si el animal que estamos consumiendo está enfermo, no como actualmente en Ciudad Pecuaria los médicos veterinarios certifican que el animal está bien de salud, más bien es eso, que es de procedencia clandestina porque en realidad la carne de equino no es mala, pero en Durango no tenemos rastro. Lo mejor es comer carne siempre certificada, saber de donde procede, para evitar algún tipo de enfermedad”, aseveró.
La empresaria aseguró que, en Durango, en distintos puntos se lleva a cabo la venta de esta carne, la cual consideró es fácil de reconocer toda vez que tanto la apariencia, el color y el sabor son muy diferentes, no se comparan ni con la del cerdo ni con la de res en crudo, sin embargo, en la carne deshebrada ya cocida se debe tener mayor cuidado ya que suelen darla a un precio no superior a los 230 pesos por kilogramo, y es imposible que la carne de res mantenga esos precios.
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Por: Harimm García