Más que para dejar de vender comida chatarra en las escuelas, tenemos seis meses para realizar las actividades de los protocolos que se deben establecer. El control de este tipo de alimentación no es solo retirar esos productos de las escuelas, se requiere una interacción con los padres de familia y un pleno convencimiento con la autoridad educativa, expuso Guillermo Adame Calderón, secretario de educación.

Apuntó que en Durango y de manera general en el país, el 27 por ciento de los niños tienen sobrepeso u obesidad; de ahí la importancia de apostar por la comida saludable.

Tenemos seis meses para hacer todas las labores y establecer los protocolos necesarios para que esto verdaderamente funcione. Si va a requerir una dosis de energía porque, las cosas cuando se cambian no son “como que con una varita mágica” desaparecemos los alimentos chatarra.

Definitivamente requerimos el apoyo de los padres de familia, de la autoridad educativa y también; requerimos que la autoridad municipal y las de salud nos ayuden, para que, cuando implementemos estas medidas todos podamos acatarlas.

Guillermo Adame, resaltó que en este asunto es muy importante que los padres de familia se sumen y les pongan loncheras saludables. Otros padres le dan la moneda para que compren de lo que hay.

El cambio tenemos que hacerlo de la mano de los padres de familia, implementando reuniones extraordinarias todo este tiempo, para hacer conciencia de que requerimos concretar este cambio cultural sobre la manera de alimentar a los niños.

Finalmente, comentó que cuando hay voluntad todo se puede lograr.

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