Canatlán, Durango.- Murió abuelita tras sufrir terrible accidente, en el que otros de sus familiares resultaron con heridas.
Donde murió abuelita tras sufrir terrible accidente, es en el hospital en el que recibía atención médica.
La hoy occisa respondía al nombre de María Ana Reyes Sánchez, quien contaba con 62 años de edad y tuviera su domicilio en la colonia La Providencia, de Santiago Papasquiaro, Durango.
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Antecedentes:
Fue la noche del domingo 21 de abril, cuando ocurrió el accidente que, con la muerte de doña María Ana, se convirtió en tragedia.
El hecho de tránsito sucedió la tarde del domingo 21 de abril, sobre la carretera a Santiago Papasquiaro, Durango, a la altura de la entrada al poblado General Martín López, municipio de Canatlán.
Eran aproximadamente las 16:00 horas, cundo protagonizaron el nuevo accidente por la mencionada vía de comunicación.
Uno de los vehículos participantes, es marca Jeep, línea Liberty, color gris, que manejaba la señora Lorena Aracely, de 40 años, a quien acompañaban sus hijos Manuel Fernando, de 17, y Naydelin Yovana, de solo cuatro, todos con casa en Martín López.
A esa unidad la impactó una camioneta marca KIA, tipo Seltos, conducida por Arleth, de 24 años, acompañada por la señora María Ana Reyes Sánchez, de 62, Raquel Jaque Reyes, de 31, y Omar, de 13, residentes del poblado La Providencia, en Santiago Papasquiaro Durango.
Tras la colisión, llegaron al lugar corporaciones policiacas, así como de la Cruz Roja y Protección Civil de Canatlán, para brindarle los primeros auxilios a los accidentados.
A Naydelin Yovana la trasladaron al Hospital Integral de Canatlán, eso en cuanto a los ocupantes del primero de los vehículos.
Respecto al segundo, a María Ana y Raquel, las llevaron al hospital de Canatlán y después al Hospital General 450, de la ciudad de Durango, en tanto que, a Arleth, al Hospital Materno Infantil, también de la capital.
Murió la abuelita
Este domingo, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que, a pesar del esfuerzo realizado por el personal del Hospital 450, donde María Ana dejó de existir la noche del sábado.
Ante tan trágico desenlace, llamaron al personal del Servicio Médico Forense (Forense), llegó para recoger el cuerpo y trasladarlo al anfiteatro para practicarle la necropsia de ley.