• La exposición de la artista plástica estará en Durango hasta el mes de abril

Por: Mónica Rojas

La “Entelequia” entendida como un concepto filosófico en el cual se encuentra el fin de algo en sí mismo, es el nombre también de la exposición que recientemente inauguró el museo de Historia y Arte Contemporáneo “Palacio de los Gurza”, con obras de óleos, cerámica y gráfica de la artista plástica Teresa Rivero Valls, quien visitó la capital del estado para compartir su trabajo y hablar de sus obras que permanecerán expuestas hasta el mes de abril.

“El arte es en sí mismo principio y fin de su propia existencia…”.

Pocas cosas en las que centra su atención el ser humano de hoy pueden resultar cómo: “No prácticas, no potencialmente redituables, o carentes de sentido”, pareciera que en todo buscamos obtener una recompensa a cambio, por lo que la experiencia estética, otrora destinada al carácter sagrado de la vida, es hoy en día también, producto del sistema capitalista y neoliberalista que conforman el mundo posmoderno. Sin embargo, hay una estética que persiste dentro de la experiencia humana que se resiste a perder su esencial poder de comunicar hacia lo sagrado por medios imaginarios y simbólicos, el Arte con  mayúsculas (las Bellas Artes) que independientemente de formar parte del mercado del arte o no, es capaz de señalar aquello que es de esencial trascendencia para lograr una experiencia total de la obra que se contempla.

“En la presente exposición que lleva por nombre ‘Entelequia’, apreciamos distintos medios de expresión usados por su autora Teresa Rivero Valls, ya sea pintura, escultura, arte objeto, o gráfica, sus contenidos recuerdan esas formas en las que se aprecian los niveles microscópicos de la vida en sus fases germinales, el arte abstracto manifiesta en sus fractales la posibilidad de imaginar estructuras, organismos o tejidos celulares; y a su vez lo micro puede dar fe de lo macro, como si de galaxias herméticas se tratara, en las obras intituladas: Semillas, no solo se advierte el juego de las fuerzas interiores del alma, sino que llama también a pensar en lo diminuto de las cadenas helicoidales del ADN, las fibras moleculares de la materia, o incluso al carácter musical de las estructuras químicas de los elementos con que se organiza toda la vida sobre el planeta. Vainas, polen, semillas de castaño, y otras formas de un ecosistema artístico son decretadas en lienzos, papel y hoja de oro de Rivero Valls, marcando así el sendero de un discurso visual en el que se trabaja con la ilimitada naturaleza y sus caprichosas manifestaciones en pro de una revisión al arte desde el mismo lente donde fue creado: -Ars gratia artis-. Es el concepto y explicación de la obra que describe el director del Museo Gurza, César Bernal para la más reciente exposición «Entelequia».

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