Mártires de la poesía
*Elvira Martínez Galindo
Soy la sombra de un poema
atrapado en densa oscuridad,
soy el eco de lejana voz
que grita cuanto te ama
entre el sonido del ferrocarril.
Le cuento a la tristeza
lo intenso de mi amor por ti,
vivo entre pesadas tinieblas
mi voz se queda atrapada
en las ruedas del ferrocarril.
Mil siluetas veo pasar,
les pregunto: ¿Dónde estás?
Y en mi triste oscuridad,
¡Te amo aún más!
Regalo
*Elvira Martínez Galindo
Te regalo el misterio
de mis ojos al brillar,
el hermoso plumaje
de luminoso colibrí,
mi bendito rosario
de cuentas claras
para que en las noches
de fría oscuridad
reces a solas por mí.
Te regalo el cielo nocturno,
luna y estrellas incluidas,
para que entren por tu ventana
e iluminen tu solitaria cama.
Te regalo mi historia,
los momentos más felices
que para ti atesore,
te regalo mis amorosos brazos
para que duermas aquí.
Te regalo, mis dulces horas
cuéntalas en tu reloj,
te regalo mi sereno reflejo
obsérvalo en tu espejo.
Te regalo la suave lluvia
con sus gotas de cristal,
te regalo las calles de mi pueblo
para que corras sin parar.
Te regalo un día nublado,
conchas y perlas grises,
acompañadas del canto
de la brisa del mar.
Te regalo un árbol de amor
pleno de ramas y hojas
donde tus desdichas
puedas reconfortar.
Te regalo el tibio nido
de un celeste pajarillo
que te hable y te cante
bella canción al oído.
Te regalo el mundo entero,
lo dejare a tus pies,
adornado con la pureza
de la blanca azucena,
mis manos te han de encontrar
y hasta mi sueño más profundo
te quiero regalar.