Por: Raquel Carreón Lugo
Wendy Rivera Valles fue una destacada ajedrecista de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), hoy en día sigue moviendo las piezas pero en compañía de sus dos pequeñas, de ocho y cuatro años.
A lo largo de las generaciones a persistido la práctica del ajedrez, cuenta con grandes enseñanzas y eso lo ha transmitido a su herederas.
«Lejos de ser un deporte se ha convertido en un estilo de vida, ya que no solo es el juego, sino que te ayuda a pensar, a resolver problemas en tu vida cotidiana, se aplica en todo», dijo Rivera Valles.
Asimismo aseveró que ante cualquier problema que se tenga, cualquier situación, cualquier circunstancia, el ajedrez siempre deja un modo de ver las cosas y abordar los problemas completamente diferente
Sus hijas María Fernanda de ocho y Amelli de cuatro, también practican el ajedrez, ya entrenan de manera cotidiana en los Ponys Negros del CCH-UJED.
Una de las más grandes satisfacciones que tuvo cuando tenía torneos de competición fue el representar a la Universidad y al estado en competencias nacionales.
«El hecho de estar preparándote y estudiando al mismo tiempo, sirve para poner en nombre el estado o la escuela en alto», dijo con mucha emoción.
Para Wendy ser mamá es una gran responsabilidad, pero a la vez es lo más maravilloso.
Finalizó con: no solo es cuidar a mis hijas, sino darles un buen ejemplo que tengan todo lo necesario, que se diviertan, apapacharlas, en este caso es un punto que nunca acaba, porque somos mamás 24-7″.
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