Un día en la historia de Durango se fundó Cuencamé (Tierra de Generales)
Por: Pedro Núñez López
Fundación de la misión de Santiago de Cuencamé
El franciscano fray Pedro de Espinareda exploró la región en 1566, y pudo haber fundado la misión de Santiago de Cuencamé o Cuencamé; tal vez entonces ya se habían avecinado algunos españoles en la región.
Fray Espinareda fue miembro de la Provincia de Santiago en España y uno de los primeros doce religiosos que dicha provincia envió a México. En sus primeros seis años de actividades evangélicas, según sus propios informes, bautizó a quince mil indios. Fue guardián del monasterio de Nombre de Dios y, posteriormente, guardián del convento de Zacatecas. Después de treinta años de servicios entre los indios, murió en octubre de 1586 y fue sepultado en Zacatecas.
Por haber sido miembro de la Provincia de Santiago en España, pudo influir para que el pueblo de indígenas zacatecos llamado Concuemé tuviera por santo patrono a Santiago Apóstol, fundando la misión de Santiago de Cuencamé. Los españoles tomaron el nombre del lugar llamado Concuemé y al no poder pronunciarlo le llamaron Cuencamé, que de acuerdo al historiador ingeniero Alfonso González Contreras significa «Las tierras labradas», es decir, «las tierras de cultivo». Con esto se demuestra que los habitantes del lugar se dedicaban a la agricultura.
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El 17 de enero de 1569 el teniente de gobernador Martín López de Ibarra concedía una merced de tierras a Pedro Morcillo, la cual amparaba una estancia de ganado mayor (la futura Hacienda del Pasaje y posteriormente presidio del mismo nombre), «dos leguas poco más del pueblo de Cuencamé» y dos caballerías de tierra «una legua poco más o menos del dicho pueblo». En 1578 el ya citado Martín López de Ibarra entregó más tierras, cerca de las anteriores, al mismo Pedro Morcillo.
En 1588 Alonso Díaz, teniente de gobernador y capitán general de la Nueva Vizcaya otorgó otra merced a Pedro Morcillo y se le concedieron dos estancias para ganado mayor, una de ellas intitulada el «Agua de la vieja», punto que conserva ese mismo nombre hasta hoy día; la segunda está lejos hacia el poniente, en la unión del río del Peñón con el Nazas, o sea, en el sitio llamado «Las Adjuntas». Las otras tierras se hallan todas en términos de Cuencamé.
A los indígenas zacatecos de Cuencamé (Concueme) el español Pedro Morcillo los había amparado y llevado religiosos que les enseñasen la doctrina, y así mismo, los ayudó a edificar su iglesia.
Fundación de la misión de Cuencamé
El franciscano Gerónimo de Panger fundó la misión de Cuencamé en 1583. (Festejando la iglesia el cuarto centenario de su fundación del pueblo de Cuencamé, con una misión de padres franciscanos la semana del 21 de agosto al 4 de septiembre de 1983) Posteriormente hubo un alcalde mayor de la jurisdicción llamada «Los Mezquitales, Cuencamé, Río de las Nazas y Laguna».»
En este tiempo Cuencamé fue importante como punto de partida para las exploraciones y después para la fundación de las misiones y conquista de La Laguna, representando la puerta de entrada al semi desierto, y en frontera con las naciones indígenas llamadas salineros, bajaneros, laguneros, cabezas, irritilas, etc.
Fundación y nombramiento de Gobernador en Atotonilco
En el lugar que hoy conocemos corno Hacienda de Atotonilco, se nombró como gobernador a D. Gaspar, cacique principal de dicho lugar, y fue el primer pueblo para los indígenas de Santiago y Ocuila, probablemente en 1585. Se transcribe:
Juan Heredia teniente gobernador y capitán general por su majestad en esta provincia de la Nueva Vizcaya.
Por la presente en nombre de S. M. nombró por gobernador del pueblo de Atotonilco naturales y su sujetos a voz D. Gaspar, cacique principal de dicho pueblo de Atotonilco y os doy facultades para que corno tal gobernador del dicho pueblo podáis hacer a todos los indios emazeguales vecinos y estantes en él, atrayéndolos a la doctrina y que se recojan y pueblen con sus casas en la parte más cómoda que para ello hubiere en forma; que estando poblados mejor puedan y con más facilidad ser enseñados e industriados en la fe católica y haciendo que para ello hagan iglesia donde se puedan recoger a la doctrina y hacer que hagan sementeras para sembrar maíces y otras legumbres para su sustento y con trato y podáis nombrar y nombréis un alguacil para que acuda a recoger á dichos indios á cumplir los mandamientos para que les librares y entonces con el mayor cuidado y comodidad que pudiere y mando la justicia de esta Gobernación y otras cualquiera personas no os perturben ni contradigan lo su dicho so-pena de quinientos pesos para la cámara de su Majestad y mando os respeten acaten y tengan por tal gobernador.
Fuente: Libro Cuencamé Tierra de Generales, Jaime Favela Gonzales, Imagen, La Noria, actual Pedriceña, municipio de Cuencamé. Daguerrotipo francés, 1864