Durante este fin de semana, fallecieron siete doctores a consecuencia del COVID-19, un precio carísimo que se paga por la irresponsabilidad de la población, comentó la presidenta del Colegio Médico de Durango, Nora Covarrubias.
Cuatro compañeros médicos de Durango y tres de la región laguna, fallecieron el pasado fin de semana, los siete a consecuencia de la enfermedad.
«No se cuenta con abasto de medicamento y escasea el equipo de protección, los médicos nos estamos sintiendo solos, los hospitales están desbordados y no se tiene espacio para atender a los pacientes», expresó.
Un toque de queda no sería necesario, si la población fuera consciente, porque el resguardo sería automático, pero esto no sucede así, por ello se tienen que tomar las medidas para llegar a un resguardo obligatorio, en caso de ser necesario.
Se requiere el verdadero cumplimiento de sanciones por parte de la autoridad, para aquellos ciudadanos que incumplan las normativas sanitarias.
Al no contar con un cambio de fondo en las sanciones y la solidaridad ciudadana, no existirá poder humano que pueda detener los contagios por SARS-CoV-2.
Se sabe de la importancia del comercio para la generación de empleos, pero con una sociedad que sigue enfermando y muriendo por COVID-19, no será posible concretar la actividad económica.
“A donde se irá a parar con la sociedad, si los médicos siguen falleciendo y contagiándose”, refirió la Representante de los médicos.
«En honor a la verdad, no existe de dónde echar mano para la contratación de personal médico, se tiene que cuidar al que se tiene», expresó.
Además, reconoció que, los médicos, intendentes, enfermeros, laboratoristas y químicos, están agotados, contagiándose y falleciendo por COVID-19.
Finalmente, destacó que cada uno de los trabajadores del personal médico cuenta con vocación para seguir adelante, de ahí que no se contempla la decisión de brazos caídos, pero se requiere del apoyo de autoridades y ciudadanos.