Los programas sociales son y serán, una gran ayuda para las familias afectadas por la severa sequía, declaró el delegado de Bienestar en Durango, Iván Ramírez Maldonado.
El estado de Durango sufre de un déficit hidrológico que provocó la perdida de cosechas y escasez de pasto para el ganado, en consecuencia, hay una crisis que se agudizará en los próximos meses, se prevé que 2024 será un año muy complejo económicamente.
Afortunadamente, y así se comprobó durante la pandemia de COVID-19, los programas de Bienestar funcionan como una red que evita un aumento de la pobreza extrema porque las familias reciben dinero de manera directa para sus necesidades básicas.
El Gobierno de la República, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, dispersa cerca de 10 mil millones de pesos, al año, a miles de familias duranguenses.
Destacan los programas: Pensión para Adultos Mayores, Becas Benito Juárez, Apoyo para Personas con Discapacidad, Sembrando Vida, Madres Trabajadoras, Jóvenes Construyendo el Futuro; Producción para el Bienestar y Fertilizantes; entre otros.
“Me han preguntado si habrá un programa emergente ante la sequía, sé que se acostumbraba eso porque antes las familias solo tenían Procampo, ahora, las familias del campo ya no solo reciben ese apoyo, ya reciben mucho más”, apuntó.
Tenemos hogares donde los abuelos reciben su pensión, los hijos reciben sus becas para estudiar, también cuentan con Producción para el Bienestar o Sembrando Vida; hay poblaciones donde siete de cada diez personas reciben su apoyo y es una gran ayuda.
Hay municipios del medio rural, destaca el delegado Iván Ramírez, cuyos gobiernos reciben alrededor de 2 millones de pesos mensuales cuando la derrama económica por los programas federales supera los 4 millones de pesos, es decir, ingresa más dinero directamente al pueblo; y las familias tienen la libertad de gastarlo en lo que necesiten.
Por: Antonio Gaytán