La alcaldesa Elizabeth Sotelo no descarta que se sufra de hambruna en las comunidades que sobreviven de la agricultura como consecuencia de la sequía de este 2023.
El estado de Durango, desde el pasado octubre de 2022, mes con mes, con excepción de mayo, sufre de déficit hidrológico, es decir, las precipitaciones han estado por debajo de la media histórica, incluso hay meses con cero lluvias.
La irregularidad de las lluvias dejaron tierras sin sembrar y donde se sembró, aprovechando algo de humedad, se reporta poco o nulo desarrollo de la planta, principalmente de frijol.
Sobre esta situación, la presidenta municipal de Cuencamé externó su preocupación por las consecuencias de la sequía, “es un caos, es un desastre, nada alentador, el clima no nos ayudó y necesitamos un programa emergente”.
Elizabeth Sotelo solicitará una declaratoria de desastre agropecuario para el municipio, donde el 70 por ciento de su población es campesina y vive de sus cosechas, que este año no tendrán.
La alcaldesa no descarta que se sufra de hambruna en sus comunidades, recordó que las familias invierten en diesel, semilla, fertilizante e implementos agrícolas; dinero que no recuperarán porque no habrá cosecha que vender y tampoco pastura para los animales.
Dijo que los paisanos ayudan con sus remesas, pero considera que no alcanzará ante la magnitud de la crisis que se tiene y que se agrava, situación que, conoce el gobernador Esteban Villegas, y se espera una coordinación entre los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) para ayudar a los campesinos.
La presidenta municipal de Cuencamé estuvo presente en el Primer Informe de Esteban Villegas Villarreal, gobernador que calificó como sensible desde el momento que envía en tiempo y forma, además de completas, las participaciones federales.
Por: Antonio Gaytán
