Por: Antonio Gaytán
Se le olvidaron las tortillas a AMLO en su plan antiinflacionario, señaló el presidente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla, Antonio de la Torre.
El presidente Andrés Manuel López Obrador invitó solamente a las grandes empresas, en este caso a Maseca, quien se comprometió a no aumentar el precio de la harina en los supermercados.
Pero las tiendas de autoservicio representan el 5 por ciento del consumo nacional.
Es necesario que se extienda los precios preferentes a las tortillerías, de lo contrario, el precio de la misma difícilmente se mantendrá e incluso pueden subir.
Los precios del maíz siguen subiendo, llegará a los nueve mil pesos (tonelada), que es el principal insumo para los industriales, por lo tanto, debe invitarse a los tortilleros a este plan antiinflacionario.
En el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) se mencionaron precios estables en las gasolinas, gas y energía eléctrica; sin embargo, es insuficiente si el precio del maíz está elevado.
Asimismo, descartó que el precio de la tortilla se pueda homologar a nivel nacional porque varía demasiado según la región, en Sonora se vende en 30 pesos el kilo y 12 pesos en Puebla.
La única forma de bajar el precio de la tortilla un 20 por ciento, es que la tonelada de maíz baje a los cuatro mil pesos por tonelada y eso serían miles de millones de pesos en subsidio.
La única manera viable es entregar “tortibonos” a las familias más necesitadas, programa donde los tres órdenes de Gobierno y los tortilleros, paguen una parte del precio para que los beneficiarios compren este alimento a la mitad de su valor.
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