El telescopio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha revelado el hallazgo de dos sorprendentes corrientes estelares, denominadas Shakti y Shiva, que se formaron y entrelazaron hace más de 12 mil millones de años, contribuyendo a la creación de la Vía Láctea.

Estas corrientes, tan antiguas que preceden a partes importantes de los brazos espirales y el disco de nuestra galaxia, han sido detectadas gracias a los datos sin precedentes obtenidos por Gaia.

Cada una de estas corrientes alberga estrellas con una edad de entre 12 mil y 13 mil millones de años y una masa equivalente a unos 10 millones de soles. Su distribución sugiere que se formaron como fragmentos distintos que se fusionaron con la Vía Láctea en una etapa temprana de su evolución.

Gaia exploró esta región de la Vía Láctea en 2022, revelando que estaba poblada por las estrellas más antiguas de la galaxia, todas ellas nacidas antes de que el disco de la Vía Láctea se formara adecuadamente.

Aunque similares, las corrientes Shakti y Shiva presentan algunas diferencias en sus órbitas, siendo Shakti ligeramente más alejada del centro galáctico y con órbitas más circulares que Shiva.

Estos descubrimientos representan los primeros indicios del crecimiento temprano de la Vía Láctea hacia su tamaño y forma actuales, y sugieren un complejo proceso de fusión y formación que dio origen a nuestra galaxia tal como la conocemos.

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