La propuesta de Suiza ante la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA) ha generado un debate acalorado sobre la viabilidad y la ética en el uso de la geoingeniería solar. Esta técnica controvertida busca combatir el calentamiento global mediante la inyección de aerosoles en la atmósfera para reflejar la luz solar, en un intento por contrarrestar los efectos de los gases de efecto invernadero.

La Modificación de la Radiación Solar (MRS), como se conoce a esta técnica, comprende un conjunto de métodos diseñados para bloquear parcialmente la luz solar y enmascarar el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero. Sin embargo, los críticos señalan que la geoingeniería solar no aborda las causas fundamentales del cambio climático y podría tener consecuencias impredecibles en un sistema climático ya desequilibrado.

¿Cómo funciona la propuesta de Suiza?

La geoingeniería solar, también conocida como Modificación de la Radiación Solar (SRM), replica el efecto de una erupción volcánica al liberar partículas de dióxido de azufre en la atmósfera para reflejar parte del calor y la luz del sol de vuelta al espacio. A pesar de que no se ha probado la tecnología a gran escala, se dice que una compañía ha realizado experimentos en México con este fin, lo que ha levantado preocupaciones sobre posibles impactos ambientales.

Los defensores de la geoingeniería solar argumentan que podría ser una herramienta eficaz para reducir el calentamiento global y ofrecer una alternativa a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que ha sido difícil de lograr. Además, destacan que la tecnología podría brindar tiempo para que se desarrollen y se implementen las energías renovables a gran escala.

Por otro lado, los críticos alertan sobre los riesgos potenciales desconocidos y posibles efectos adversos en el medio ambiente, como las alteraciones de los patrones climáticos y la reducción de la capa de ozono.

¿Qué futuro le espera a la geoingeniería solar?

Los delegados de la UNEA debatirán la propuesta de Suiza en Nairobi durante la próxima semana. El futuro de esta tecnología aún es incierto, pero la decisión que se tome tendrá un impacto significativo en la dirección de la investigación y el desarrollo de la geoingeniería solar.

En medio de una creciente preocupación por el cambio climático, la propuesta suiza ha puesto sobre la mesa un tema polémico que sigue dividiendo opiniones en la comunidad científica y ambientalista a nivel mundial.

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