Durante la madrugada del sábado, cuatro civiles palestinos perdieron la vida y un número aún no precisado de personas resultaron heridas en una nueva ofensiva aérea del Ejército de Israel sobre las ciudades de Gaza y Jan Yunis. Los bombardeos israelíes impactaron en una escuela y en un campamento con tiendas de campaña para desplazados.

En el norte del territorio, específicamente en la calle Jaffa, en la ciudad de Gaza, un avión no tripulado enviado por el ejército israelí abrió fuego contra la escuela Fahd al Sabah, que funcionaba como centro de alojamiento de emergencia para personas desplazadas. Este ataque dejó cinco víctimas, mientras que otro bombardeo aéreo cobró la vida de 9 personas.

Los servicios de emergencia se han visto dificultados para llegar a muchas de las víctimas que se encuentran atrapadas bajo los escombros o esparcidas por los caminos de Gaza, ya que las fuerzas de ocupación israelíes obstruyen el movimiento de las ambulancias y los equipos de defensa civil.

En paralelo, en la localidad de Sarafand, en el sur del Líbano, un niño de dos años, Ali Jalifa, fue encontrado vivo después de pasar 14 horas sepultado bajo los escombros provocados por otro bombardeo israelí. Lamentablemente, sus padres, hermana y abuelas perdieron la vida en el trágico suceso.

Estos ataques se producen en un contexto de intensificación de las operaciones de Israel en Líbano, en respuesta a las actividades del grupo Hezbolá en la región. La destrucción causada en el complejo residencial donde vivía la familia Jalifa fue devastadora, dejando un saldo trágico.

Las cifras de muertos continúan aumentando en Gaza, donde más de 43.550 palestinos han perdido la vida desde la masacre desatada por Israel en respuesta a un ataque de Hamás en octubre de 2023, según el Ministerio de Salud de la Franja.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha denunciado las violaciones del derecho internacional, así como el impacto desproporcionado de los bombardeos sobre la población civil. La mayoría de las víctimas, cerca del 70%, son mujeres y niños, lo que plantea serias dudas sobre la actuación de Israel en la región.

El conflicto entre Israel y Palestina ha sido objeto de críticas por parte de la comunidad internacional, que ha exigido un cese inmediato de las hostilidades y un retorno al diálogo para buscar una solución pacífica. 

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