El primer ministro británico,  Boris Johnson enfrenta un nuevo escándalo a causa de una fiesta que se realizó en los jardines de Downing Street durante el confinamiento por COVID-19.

En mayo de 2020, aproximadamente dos meses después de declararse el confinamiento en Reino Unido, los comercios no esenciales permanecían cerrados . Mientras que las personas solo podían encontrarse al caminar y hacer ejercicio, además, debían respetar la sana distancia.

Sin embargo, se reveló que el secretario particular del primer ministro, Martin Reynolds, habría enviado un correo electrónico a más de 100 empleados para invitarlos a «disfrutar del buen tiempo», esto el 20 de mayo.

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«Únanse a nosotros a partir de las 18h00 y traigan sus propias bebidas», se lee en el mensaje que fue filtrado a la prensa.

Por su parte, los medios británicos han señalado que a la fiesta asistieron tanto Boris Johnson como su esposa Carrie, quien el 29 de abril había dado a luz a su hijo Wilfred.

Esta no es la primera ocasión en que se acusa al gobierno de no respetar las medidas para prevenir los contagios de COVID-19. Según se reveló el 18 de diciembre de 2020 se realizó una fiesta de Navidad a la que asistieron hasta 50 empleados.

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