El análisis de muestras tomadas de un mercado de mariscos en Wuhan, China, durante las primeras semanas de la pandemia de COVID-19 confirmó la presencia de SARS-CoV-2 en animales salvajes.

El Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades hizo público un estudio que sugiere que es posible que un animal haya sido huésped intermedio del virus que posteriormente infectó a los humanos.

Sin embargo, los investigadores señalan que estos análisis no prueban que el SARS-CoV-2 se originó a partir del contagio de un animal a humano.

Por su parte, el biólogo Jesse Bloom detalló en un artículo de la revista Nature que para entender el origen del SARS-CoV-2 que causa el COVID-19 sería necesario analizar muestras tomadas antes de la pandemia.

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El mercado de Wuhan ha estado en el centro de la teoría de que el COVID-19 se originó a partir de animales salvajes vendidos allí, mismos que estaban infectados con SARS-CoV-2.

Durante las primeras semanas de la pandemia circularon los linajes A y B y en el mercado se  encontró la cepa B. Por lo tanto, se estima que el marcado actuó solamente como un sitio de «superpropagación» y no como de origen; ya que se cree que el linaje A fue anterior.

Aunque según el estudio, el linaje A también se encontró en una muestra del mercado. Por ahora, s espera que los CDC de China compartan más datos sobre lo que se encontró en el mercado en Wuhan.

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