El papa Francisco rememora Hiroshima y Nagasaki y renueva su llamado a la paz mundial
11/08/2024 - Hace 4 meses en InternacionalEl papa Francisco rememora Hiroshima y Nagasaki y renueva su llamado a la paz mundial
Ciudad del Vaticano.- El pasado domingo, el papa Francisco conmemoró el aniversario de los trágicos bombardeos atómicos que devastaron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki hace 79 años. Durante su mensaje tras el rezo dominical del Ángelus en la plaza San Pedro, el pontífice instó una vez más a rezar por la paz en un mundo que sigue siendo sacudido por conflictos armados.
«Estos días hemos recordado los trágicos eventos que tuvieron lugar en Hiroshima y Nagasaki», expresó el papa Francisco, haciendo referencia a los bombardeos que marcaron un punto de inflexión en la historia moderna. El líder de la Iglesia católica pidió a los fieles que continúen encomendando a Dios a las víctimas de la guerra, no solo en Japón, sino también en las zonas de conflicto actuales como Ucrania, Medio Oriente, Palestina, Israel, Sudán y Myanmar.
Además, el papa no dejó de mencionar el trágico incidente aéreo ocurrido en Brasil esta semana, que dejó un saldo de 62 personas fallecidas. «Rezamos por las almas de las víctimas y sus familias en este momento de dolor y pérdida», expresó Francisco, reflejando su constante preocupación por la tragedia y el sufrimiento en el mundo.
El Papa Francisco llama a la paz mundial
En un tono más esperanzador, el pontífice recordó la festividad de Santa Clara de Asís, que se celebra cada 11 de agosto, y envió un mensaje de solidaridad a todas las Clarisas alrededor del mundo. Francisco resaltó la importancia de la fe y la oración como pilares fundamentales para mantener abiertos la mente y el corazón a la voluntad divina.
«Escuchar a Dios va más allá de nuestras propias convicciones y creencias. La verdadera fe nos permite abrirnos a la voluntad de Dios y estar en sintonía con su amor y misericordia», afirmó el papa durante su discurso ante los fieles congregados en la plaza San Pedro. En un llamado a la reflexión, Francisco advirtió sobre la importancia de no reducir la práctica religiosa a un mero cumplimiento de normas, sino como una oportunidad de crecimiento espiritual y conexión con lo divino.