El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha recibido una nueva propuesta de Constitución para reemplazar la carta magna impuesta durante la dictadura de Augusto Pinochet. El proyecto fue redactado por un consejo dominado por fuerzas de derecha, opositoras al actual gobierno. Ante esta situación, Boric ha convocado a un plebiscito que se llevará a cabo el próximo 17 de diciembre.

El documento fue aprobado la semana pasada por 33 de los 50 miembros del llamado Consejo Constitucional, superando así la mayoría requerida de dos tercios. Sin embargo, este voto dividido reveló los desacuerdos al interior del constituyente en torno al texto. Cabe destacar que esta es la segunda vez que se intenta cambiar la Constitución de Chile, después de un fallido proceso dominado por la izquierda.

En 2020, el 78 por ciento de los chilenos votaron a favor de cambiar la Constitución, como respuesta a las masivas protestas que se llevaron a cabo en el país contra la desigualdad. Esta fue la salida política al estallido social que inició el 18 de octubre de 2019. Sin embargo, una primera propuesta redactada por movimientos y partidos de izquierda fue rechazada por la mayoría en septiembre del 2022.

Nueva Constitución

La nueva propuesta, redactada por el Partido Republicano y otros sectores de derecha, mantiene en esencia el modelo económico impuesto por el régimen militar de Pinochet. Esto ha generado críticas por parte del oficialismo, quienes cuestionan su tono conservador y polémico en temas como el aborto y la migración. Así mismo, la Democracia Cristiana ha expresado que considera el texto como «ideologizado» por la derecha radical.

Antes de convocar al plebiscito, Gabriel Boric ha criticado a las fuerzas de derecha por imponer un nuevo proyecto de Constitución sin buscar consenso con los demás sectores representados en el consejo. Entre los artículos que han generado mayor controversia se encuentra el que ordena la expulsión de extranjeros que ingresen al país de forma clandestina o por pasos no habilitados.

Según la izquierda, el nuevo proyecto de Constitución también allana el camino para revisar la actual ley del aborto, que permite la interrupción del embarazo en casos de violación, inviabilidad del feto y riesgo para la vida de la madre.

De acuerdo con las encuestas, la propuesta será rechazada en el plebiscito de participación obligatoria. Sin embargo, la brecha entre ambas opciones se ha ido ajustando y la opción de aprobar ha ganado terreno en las últimas semanas.

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