Inflación y tensiones geopolíticas son los desafíos para la economía global este 2023. En palabras de Kristalina Georgieva, este año va a ser más duro para la economía mundial que el que hemos dejado atrás.

Para muchos, el 2022 fue un año de recuperación. Sin embargo, para el mundo, el 2023 será un año donde se seguirán sufriendo las consecuencias de la guerra en Ucrania, además de las repercusiones de la batalla por la supremacía tecnológica entre Estados Unidos y China.

¿Qué representa esto para la economía global?

Desafíos para la economía global:

Kristalina Gerfieva, ha señalado que un tercio del planeta estará en recesión económica, mientras los tres grandes motores mundiales, Estados Unidos, China y la Unión Europea, entran en una “desaceleración simultánea”.

Inflación y recesión

A pesar de que la mayoría de los países desarrollados han recuperado sus niveles de PIB anteriores a la pandemia, se anticipa que un tercio de la economía mundial sufra una recesión.

Las economías de Alemania e Italia ya empiezan a sentir esta recesión. Los bancos centrales siguen subiendo las tasas de interés en un intento por contener la inflación. La presión aumenta y  la alta inflación debilita el poder adquisitivo de los consumidores.

En concreto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento global del 2,7% este año, representando una desaceleración respecto al 3,2% del 2022.

Crisis energética.

Desde el 2021, se comenzaron a registrar tensiones en los mercados energéticos.

En Europa, algunas fábricas han recortado la producción debido a las faltas de combustible —el suministro de gas de Europa es particularmente vulnerable por su dependencia de Rusia— mientras que en China las fabricas han sufrido directamente cortes del suministro eléctrico.

Las economías emergentes, también están sufriendo el alza de los precios en la energía, pues están pagando mucho más por la energía importada.

A nivel mundial, esto se ha reflejado directamente en los hogares.

En respuesta, algunos gobiernos están tratando de amortiguar el golpe a consumidores y empresas mediante ayudas directas o limitando los precios que se cobran a los consumidores y pagando la diferencia a los proveedores de energía. Sin embargo, debido a la inflación en muchos países las posibilidades de amortiguar el impacto son muy limitadas.

Tensiones Geopolíticas.

La guerra entre Rusia y Ucrania continua y Estados Unidos intensifica sus esfuerzos para obtener la supremacía tecnológica frente a China. Estos conflictos, están creando tensiones geopolíticas que debilitan los vínculos comerciales entre países.

La batalla entre China y Estados Unidos, ha reducido su interacción comercial, dando como resultado, una economía más politizada.

El comercio internacional tiene un futuro inestable. Este 2023 podría ser el año donde se reconfigure la cadena de suministro mundial.

La inflación y las tensiones geopolíticas son desafíos para la economía global que se tienen que atender a la brevedad.