París.- En un impactante informe divulgado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se reveló que la humanidad desperdició cada día el equivalente a mil millones de comidas durante el año 2022. Este cálculo, aunque provisional, podría ser incluso mayor, según indicó el Índice de Derroche Alimentario.

A pesar de que aún existen alrededor de 800 millones de personas que padecen hambre en el mundo, se desperdiciaron más de mil millones de toneladas de alimentos en el transcurso del año pasado. Esto equivale a más de 1 billón de dólares. Asimismo, representa aproximadamente una quinta parte de toda la producción de alimentos.

«Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa, expresó su preocupación por la situación al afirmar que millones de personas pasan hambre mientras en todo el mundo se desperdicia comida. Esta problemática no solo es un fracaso moral, sino también ambiental«, añadió en un comunicado.

El informe elaborado en colaboración con la organización sin fines de lucro WRAP también reveló que el desperdicio de alimentos genera cinco veces más emisiones de CO2 que el sector de la aviación y requiere extensas áreas de tierra para cultivar alimentos que finalmente no serán consumidos. Esta situación, además de la dimensión ambiental, tiene un impacto devastador en las personas.

Clementine O’Connor del PNUMA señaló que a medida que la recopilación de datos ha mejorado, se ha podido vislumbrar la verdadera magnitud del problema. Por su parte, Richard Swannell de WRAP destacó que la cantidad de comida desperdiciada cada año podría alimentar a todas las personas que sufren hambre en el mundo con una comida al día.

ONU destaca el enorme desperdicio de alimentos en el planeta

En cuanto a los responsables del derroche alimentario, los restaurantes, comedores, hoteles y el comercio minorista son señalados como los principales contribuyentes. Sin embargo, los hogares, representaron el 60 por ciento del total, desechando alrededor de 631 millones de toneladas de alimentos. Esto se debe en gran medida a la compra excesiva de alimentos, al cálculo incorrecto de las porciones y a la falta de consumo de sobras.

El informe también destaca que parte de los alimentos desperdiciados, especialmente en países en vías de desarrollo, se pierden en el transporte o se echan a perder por la falta de refrigeración. Contrariamente a la creencia popular, el desperdicio de alimentos no es exclusivo de los países ricos, sino que es una problemática presente a nivel global.

Las empresas también juegan un papel significativo en esta situación al desechar productos no utilizados de forma rápida y económica en los vertederos. El informe enfatizó que el desperdicio de alimentos tiene efectos devastadores en las personas y en el planeta en su conjunto.

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