León XIV: ¿Quién fue León XIII y por qué Robert Francis Prevost eligió ese nombre?
08/05/2025 - Hace 4 horas en InternacionalLeón XIV: ¿Quién fue León XIII y por qué Robert Francis Prevost eligió ese nombre?

Con la elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como nuevo Papa, quien ha tomado el nombre de León XIV, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa marcada por el simbolismo y la tradición. La decisión fue anunciada oficialmente este jueves por el cardenal protodiácono Dominique Mamberti, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, después de la cuarta votación del cónclave.
La elección del nombre León, que no se utilizaba desde hace más de 120 años, ha despertado curiosidad e interés entre fieles y analistas por igual. Es la primera vez desde 1903 que un Papa elige este nombre, ampliamente asociado con figuras históricas de peso dentro del Vaticano.
¿Por qué eligió llamarse León XIV?
Aunque “León” no aparece como nombre propio en la Biblia, su carga simbólica es importante. El “león de Judá” es una referencia frecuente en la tradición cristiana y representa la tribu del rey David, a la que se atribuye el linaje de Jesucristo. Simboliza fuerza, soberanía y legitimidad espiritual, atributos que también se asocian al liderazgo pontificio.
Además, la elección podría ser un homenaje a León XIII, Papa entre 1878 y 1903, quien es recordado como uno de los grandes reformadores de la Iglesia en la era moderna. Durante su pontificado, León XIII impulsó el pensamiento social católico con la encíclica Rerum Novarum (1891), donde abordó los derechos laborales y la justicia social, temas inéditos hasta entonces desde el magisterio eclesiástico.
León XIII: un referente de modernización
Nacido como Vincenzo Gioacchino Pecci, León XIII promovió el diálogo entre la Iglesia y los estados modernos, defendió la ciencia y la educación, y restauró el pensamiento de Santo Tomás de Aquino como base filosófica del catolicismo. Su legado se asocia a una Iglesia abierta al mundo contemporáneo y comprometida con los desafíos sociales de su tiempo.
La evocación de su nombre sugiere que el nuevo pontífice podría inspirarse en esa visión integradora y reformista, en un contexto global que plantea retos tanto éticos como humanitarios.
El cambio de nombre: una tradición con profundo sentido
Desde el siglo VI, los papas han optado por adoptar un nuevo nombre al asumir el cargo, una práctica que simboliza el inicio de una nueva misión espiritual. Esta tradición comenzó en el año 533, cuando Mercurius, electo Papa, decidió cambiar su nombre por Juan II, al considerar inapropiado gobernar la Iglesia con el nombre de una deidad pagana.
Desde entonces, aunque no es obligatorio según el derecho canónico, el cambio de nombre se ha convertido en una costumbre ampliamente respetada. Elegir un nombre papal suele tener una intención simbólica, doctrinal o histórica, y puede reflejar admiración por un predecesor o un compromiso con cierta línea de pensamiento.
Con la elección de Prevost, son ahora 14 los papas que han llevado el nombre León. Se trata de uno de los nombres más tradicionales en el papado, junto con Juan, Gregorio, Benedicto y Clemente.
La elección de León XIV marca un punto de inflexión para la Iglesia Católica, no solo por el contexto global en que ocurre, sino también por la figura del nuevo pontífice: el primer Papa estadounidense, con ciudadanía peruana y raíces europeas. Su elección y el nombre que ha asumido parecen señalar la intención de consolidar un liderazgo con mirada global, apertura al diálogo y sensibilidad hacia los desafíos contemporáneos.
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