• Da emotivo mensaje en el marco del 75 aniversario de la explosión nuclear en Hiroshima y Nagasaki

Roma, Italia.- Si se quiere construir o conseguir la paz, se deben anteponer y destruir las armas nucleares, así se pronunció en un emotivo mensaje el papa Francisco en el 75 aniversario del bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki.

“Para conseguir la paz es necesario que todos los pueblos depongan las armas de guerra, y especialmente las más poderosas y destructivas: las armas nucleares”, así lo destacó el líder religioso.

Durante su mensaje se dirigió al gobernador de la Prefectura de Hiroshima, Hidehiko Yuzaki y saludó especialmente a los “hibakusha”, quienes así se hacen llamar al ser sobrevivientes de la tragedia de 1945.

En nombre del año pasado, acudió a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en donde tuvo la oportunidad y privilegio de poder ir en persona y reflexionar sobre la destrucción de la vida humana y la destrucción que se produjo en estas dos ciudades durante los terribles días de guerra.

“Sigo llevando en mi corazón el anhelo de los pueblos de nuestro tiempo, especialmente  de los jóvenes, que tienen sed y hacen sacrificios por la paz. Llevo también el grito de los pobres, que siempre están entre las primeras víctimas de la violencia y los conflictos”, expresó.

Asimismo destacó que las armas nucleares pueden paralizar y destruir ciudades enteras, países enteros.

En su mensaje, refirió que el uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, como la posesión de armas nucleares es inmoral, por ello pidió que las voces proféticas de los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki continúen sirviéndonos de advertencia a nosotros y a las futuras generaciones.

“A ellos, y a todos los que trabajan por la reconciliación, hacemos nuestras las palabras del salmista: ‘Por amor a mis hermanos y amigos, digo: ¡Paz sobre ustedes!'», concluyó el Pontífice.

Es por ello que reiteró que solo sin armas nucleares, el mundo podrá aspirar a la paz.

Esta celebración se dio días después de la explosión en Beirut, Líbano, donde una sustancia denominada nitrato de amonio explotó y causó un gran desastre en la capital libanesa, en donde sus autoridades compararon lo sucedido con la explosión nuclear en Hiroshima y Nagasaki.

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