El gobierno de los talibanes prohibió a las mujeres trabajar en los centros comerciales y fijó un plazo de 10 días para cerrar los salones de belleza para mujeres.

El comunicado se dio a conocer en el canal de televisión emiratí Al Arabiya; dicho anuncio supone una nueva restricción para las mujeres, quienes han perdido muchos derechos y su presencia en público desde la llegada del régimen talibán.

Esta prohibición se produce semanas después de que Kabul ordenara a las ONG locales e internacionales que dejaran de contratar personal femenino. También prohibieron a las mujeres acudir a universidades públicas y privadas por violar la ley islámica.

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Las medidas han sido rechazadas por varias organizaciones, entre ellas Save the Children y la ONU, que piden su derogación inmediata por representar un retroceso en materia de derechos humanos.

El representante adjunto de las Naciones Unidas para Afganistán, Markus Potzel, tuvo un encuentro con  el ministro talibán en funciones para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, Mohamed Jalid Hanafi; durante la reunión pidió el fin de los vetos contra la educación de las mujeres y el trabajo en las ONG.

Durante esta reunión, también nos recordó el impacto que estos vetos tienen en la economía afgana y pidió el levantamiento de los vetos con carácter de urgencia.

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