Tom Hanks, el icónico actor de Hollywood, ha vuelto a destacar las preocupaciones en torno al uso de la inteligencia artificial (IA) en la industria del entretenimiento.

Hanks, con más de 9.5 millones de seguidores en Instagram, utilizó la plataforma para alertar a sus admiradores sobre un anuncio que aparentemente usó su imagen para promocionar un plan dental, pero aclaró que esta imagen fue generada por IA y que nunca dio su consentimiento para su uso.

Esta técnica se conoce como «deepfake» y implica la manipulación de videos o imágenes mediante algoritmos de aprendizaje automático para alterar el rostro, la voz o el movimiento de una persona.

Este no es el primer momento en el que Tom Hanks expresa sus inquietudes sobre el impacto de la IA en la industria del cine y la televisión.

En un podcast, el actor compartió su preocupación sobre cómo esta tecnología puede crear representaciones extremadamente realistas de personas y su capacidad para replicar rostros.

Hanks también señaló las preocupaciones legales que surgen en relación con la propiedad intelectual y el derecho de controlar y beneficiarse de estas representaciones generadas por IA.

La controversia sobre el uso de la inteligencia artificial en el entretenimiento ha cobrado relevancia en medio de la reciente huelga de escritores estadounidenses, que incluyó preocupaciones sobre cómo la IA, sin regulación, podría socavar el trabajo de los creativos en la industria.

Los deepfakes se crean mediante algoritmos de aprendizaje profundo que utilizan redes neuronales artificiales para analizar y sintetizar datos de entrenamiento, lo que plantea desafíos éticos y legales en la creación de contenido audiovisual.

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