Beneficios espirituales del ajo
El ajo es uno de los ingredientes favoritos de los hogares, no solo por ser un condimento para deliciosos platillos caseros, además de contener propiedades medicinales, posee beneficios espirituales de protección y abundancia.
Desde hace siglos el ajo, cuyo cultivo se extendió por Europa y años más tarde llegó a América, ha sido utilizado como amuleto por sus poderes curativos y para alejar las malas energías, esto se debe a que su potente olor y sabor.
Entre los beneficios energéticos que se le atribuyen a esta planta se encuentra espantar malos espíritus, proteger al hogar de ladrones, ahuyentar enfermedades, dar suerte a los nuevos negocios y viviendas, así como cuidar los sueños al colocarlo debajo de la cama.
3 rituales sencillos con ajo para extraer su poder
Por sí solo el ajo es un efectivo amuleto protector, sin embargo, la sabiduría popular nos ha enseñado a lo largo de los años cómo podemos estimular sus poderes a través de sencillos rituales.
1. Ritual con ajo para purificar y renovar tus energías
Este ritual es ideal hacerlo al comienzo de un ciclo, ya sea el primer día de cada mes, en luna nueva o cada que necesites recargar energías. Toma 3 cabezas de ajo y déjalas durante todo el día bajo los rayos de sol. Al atardecer, tómalas con tus manos e imagina que te retira todo lo negativo y abre tu aura para recibir las oportunidades. Envuélvelas en papel aluminio y colócalas en un sartén para que se quemen en la estufa. Para finalizar, deshazte de las cenizas.
2. Ritual con ajo para el mal de ojo
El mal de ojo es una de las maldiciones más comunes por su facilidad de transmisión. Basta con que alguien nos tenga envidia para dañar nuestra energía. Este ritual es uno de los más antiguos, se trata de formar un collar o pulsea con 7 dientes de ajo y usarlo por 7 días seguidos. Así evitarás que las envidias te afecten,
3. Ritual con ajo para el amor
Esta planta es potente para atraer el amor, que no te asuste su olor, ya que espiritualmente es atractivo para el romance, aunque hay que hacerlo de la manera correcta. Un ritual sencillo consiste en pelar dos ajos y unir ambos con un clavo, amárralos con un hilo rojo y escóndelo en tu casa hasta que el amor de tu vida llegue a tus brazos.
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