El Pan de Muerto como lo conocemos en la actualidad es el resultado del sincretismo de las tradiciones prehispánicas y las que surgieron en el “Nuevo Mundo”. De acuerdo con un boletín emitido por antropólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) existen dos versiones históricas de su origen.

La primera se remonta a la época prehispánica donde se preparaba una especie de biscocho con amaranto y maíz tostado al que le llamaban “papalotlaxcalli” (mariposa) y representaba a los dioses como una ofrenda.

Formaban la imagen de un dios con grandes huesos, así lo describieron en sus relatos los primeros españoles en territorio azteca. Lo ofrendaban a la Diosa Cihuapipiltin, quien se dedicaba a velar por las mujeres que habían fallecido durante el parto.

La segunda versión es más actual. La manera de elaborar el Pan de Muerto apareció por primera vez en 1938 en el recetario “Repostería Selecta” de Josefina Vázquez de León, a quien se le considera la pionera de la gastronomía nacional actual debido a que fue la primera en recopilar recetas típicas de diversas comunidades indígenas.

A partir de entonces, en los antiguos recetarios se comenzó a escribir cómo se elabora este manjar, el cual, es el resultado de una masa tradicional de pan aromatizada con anís, agua de azahar y ralladura de naranja.

¿Qué simboliza el Pan de Muerto?

La forma circular del Pan de Muerto se asocia con el ciclo de la vida, es decir, nacer, crecer, reproducirse y morir. Como lo podrás notar, hasta arriba tiene una bola que simboliza el cráneo de la persona difunta, y de ella nacen unas tiras en forma de cruz que representan los huesos y que, a su vez, hacen referencia a las lágrimas de las ánimas, según explicó el periódico El Universal en su versión en línea.

La esencia de azahar simboliza el recuerdo de los difuntos y la naranja cierra la pinza transportándonos al recuerdo de la flor de cempasúchil. El Pan de Muerto es un elemento que no puede faltar en la ofrenda pues representa “el cuerpo de Cristo” y el ofrecimiento que nosotros le hacemos a nuestros difuntos.

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