Los rituales tienen un poder ancestral: nos conectan con quienes somos y nos ayudan a intencionar para seguir adelante, hacia la mejor versión de nosotros mismos.

Los días de luna llena son ideales para agradecer y soltar. Esto es lo que puedes hacer para aprovechar la energía cósmica y dar un cierre a eso que te genera incomodidad, ya sea una relación, una vieja narrativa, un trabajo o algún episodio traumático.

Necesitas:

• Dos velas (no importa el color, deja que tu energía elija lo que necesitas en este momento).
• Flores (opta por tus favoritas).
• Hilo.
• Tijera.

Paso a paso:

En un momento de calma y silencio, empieza a armar tu altar.
Prende las dos velas y átalas bien fuerte con ayuda del hilo.
Coloca las flores cerca de las velas.
Cierra los ojos, respira hondo y cuando te sientas en calma, abre los ojos y repite en voz alta:

“Me libero y te libero. Te perdono y me perdono. Sano lo que generamos a través del miedo y el enojo. Me libero y te libero de planes, promesas y proyectos en conjunto que no se hayan cumplido. Te libero y me libero. Gracias, hecho está”.

Con mucho cuidado, toma la tijera y corta el hilo que hiciste alrededor de las velas, como símbolo de que has cortado el vínculo que había entre la otra persona/trabajo/episodio y tú.
Apaga las velas.
Coloca las flores en un recipiente con agua, con la certeza de que te has liberado del apego emocional y de que ya es momento de florecer.

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