Piénsalo bien
Querida Ann: Mi novia y yo estamos terminando la preparatoria. Ella tuvo un retraso en su periodo el mes pasado, y nos llevamos el susto de nuestra vida. Gracias a Dios que ella no está embarazada. Reflexioné, y me hice las siguientes preguntas:
1.- ¿Le gustan a ella los niños? (No, no los soporta)
2.- ¿Desea ella quiere casarse? (Si, porque le encantaría ya no tener que hacerle caso a sus papás)
3.- ¿Es ella inmadura? (Si, es impaciente y muchas veces no considera las consecuencias de sus decisiones
impetuosas)
4.- ¿Está lista para bajarle a la pachanga? Fiestas, bailes, salidas con los amigos, etcétera (¡Absolutamente NO!)
5.- ¿Está lista para cambiar pañales, cocinar, ser ama de casa? (Ni pensarlo)
Luego, me hice las siguientes preguntas acerca de mí:
1.- ¿Me gustan los niños? (Solo si son de alguien más)
2.- ¿Me quiero casar? (No en los próximos 15 años)
3.- ¿Estoy listo para apaciguarme y quedarme un viernes o sabado por la noche con mi esposa e hijos? (¡NO!)
4.- ¿Estoy listo para pagar renta, aseguradoras, auto, recibos de servicios, dentista, pediatra, escuelas? (Ni siquiera tengo trabajo, aún estoy estudiando la preparatoria!)
5.- ¿Soy maduro lo suficientemente como para ser un buen padre? (No lo creo)
6.- ¿Qué dirían mis padres si les dijera que mi novia está embarazada? (Es una pesadilla, ni lo quiero imaginar)
Tengo 17, y mi novia 16. Cada vez que andamos demasiado cariñosos, nos detenemos y leemos esta lista de preguntas. Créanme, eso enfriará las cosas más pronto de que lo imaginan.