La pandemia del COVID-19 ha dejado estragos no solo en la economía del mundo, sino en la salud mental de niños y jóvenes. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó el reto por ayudar a la humanidad con su estabilidad emocional.
En el informe del Estados Mundial de la Infancia 2021, se detalla el impacto del virus para la mente de todos, especialmente a los jóvenes, que mostraron una disminución considerable en su animo.
Según un estudio mundial realizado por UNICEF y Gallup en 21 países como parte del proyecto Changing Childhood, alrededor de uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años afirmó que a menudo se sentía deprimido o tenía poco interés por hacer planes.
Millones han tenido que abandonar sus hogares por obligación, marcados por el conflicto y otras graves adversidades, y desprovistos de acceso a educación, protección y ayuda.
La depresión puede llevar al suicidio, que es la cuarta causa principal de muerte entre los adolescentes de 15 a 19 años.
Cada año, casi 46 mil niños de entre 10 y 19 años se quitan la vida: es decir, un niño cada 11 minutos.