El embarazo y ser madre es de las etapas más felices para la mujer, aunque algunas han manifestado violencia obstétrica sin darse cuenta y esta emoción se ve reducida.
Desde 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el termino y desde el año pasado es usado también por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La violencia obstétrica es una forma de violación a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio en los servicios de salud.
Cientos de mujeres en América Latina han reportado de acciones injustas o tratos ineducados en los hospitales, idéntica cómo son.
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Antes del parto:
- “Si no paga no podemos atenderla”
- “El padre no puede entrar
- Aplazamiento de la atención médica urgente
- Indiferencia frente a sus solicitudes o reclamos
En el parto
- “Ahora mando yo”
- “Para eso abres las piernas”
- No consultar o informar a las pacientes sobre decisiones
- El manejo del dolor como castigo
- La coacción para obtener su «consentimiento» de realizar otros procedimientos quirúrgicos (cesárea, colocación de un DIU)
- Esterilizar sin consentimiento
Después del parto
- Negativas para poder ver al recién nacido
- Poca atención a la madre ya sea nutricional y clínico
Cualquiera de estos actos se puede emitir una queja a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).