Tener un espacio de trabajo en casa conlleva tomar ciertas decisiones importantes. Primero y principal tenemos nuestro dispositivo, una computadora que resista todo lo que tenemos que hacer; los periféricos tienen que ser resistentes y cómodos, al igual que nuestra silla para evitar dolores de espalda innecesarios.
Pero, en un estrato a veces abandonado está el escritorio. Ese mueble que guardará todo nuestro material y será el sitio designado para pasar las horas escribiendo, editando o estudiando. Si bien, una mesa sólida con suficiente espacio para poner todas las herramientas, hay una tendencia que se ha hecho popular en los últimos años: los escritorios automáticos.
Este tipo de mueble cumple con las características que ya conocemos: un lugar designado para trabajar, con espacio suficiente y de materiales resistente. Aunque, también cuentan con un arma secreta: pueden elevarse y descender con solo apretar un botón.
La teoría detrás de este funcionamiento es nuestra postura. Como muchos ya saben, permanecer sentado durante horas no le hace ningún favor a la espalda y, si bien, podemos recurrir a ejercicios, el ritmo de vida a veces no da espacio para esos minutos de ejercicio.
Los escritorios buscan solucionar este problema, ya que solo basta apretar un botón y se elevará hasta una altura cómoda. De esta forma, el usuario podrá continuar su trabajo completamente de pie.
Si bien, es una gran idea y un dispositivo de este tipo puede ayudar con la salud lumbar, actualmente parecen ser más un artículo de lujo. El precio promedio de un escritorio de este tipo ronda alrededor de los $7,000 pesos. Una inversión que no todos están dispuestos a hacer.
Sin embargo, si te sobra el presupuesto y quieres ver por tu espalda, pueden ser una alternativa viable para renovar tu espacio de trabajo.