Tan importante como la técnica es elegir bien una posición. ¿Las más cómodas y excitantes?
La reina: Colócate a horcajadas sobre su cara mientras él está tumbado boca arriba. Ve bajando poco a poco hacia su boca, déjate querer unos minutos e incorpórate de nuevo. Lo bueno es que tú controlarás la situación… hasta que decidas perder el control.
Be water: Después de un buen masaje en la ducha, pon un pie en el borde de la bañera o sobre tu amante y haz que se ponga de rodillas frente a ti. La sensación del agua corriendo por tu clítoris mientras él se recrea con la lengua en tu sexo hará que tengas una experiencia increíble.
El nuevo 69: En lugar de poneros el uno encima del otro, la clave está en que se recuesten de lado, de forma que sus bocas queden a la altura de los genitales. Abre las piernas para que pueda apoyar la cabeza en la parte interior de tu muslo y prepárate para pasar a la acción.
Ábrete, sésamo: Boca arriba y con las piernas abiertas, pide a tu pareja que se sitúe frente a ti, de manera que pueda lamer tu clítoris de lado a lado. Ínstale a que, al mismo tiempo, ejerza presión con su dedo sobre tu periné (la zona situada entre la vagina y el ano). Es bestial.