Se cumplen 20 años de la trágica muerte de la pareja atacada por un oso grizzly.

Timothy Treadwell y Amie Hugenard, una pareja de exploradores que acampaba en el Parque Nacional Katmai, Alaska, en  2003 murieron devorados, la pareja grabó su muerte durante el ataque de un oso grizzly.

Treadwell pasó más de una década viviendo entre osos grizzly en su hábitat natural, grabando horas de metraje y creyendo que él era uno de ellos y que eran sus amigos.

Su historia es fascinante pero también trágica, ya que su excesiva confianza en los osos finalmente lo llevaron a su trágica muerte y a la de Hugenard.

Treadwell había luchado contra la adicción al alcohol y las drogas antes de encontrar su pasión por la naturaleza y los osos grizzly, lo que le dio un sentido de propósito y misión.

El documental The grizzly man, dirigido por Werner Herzog, cuenta la historia de Timothy y de Amie, quienes fueron devorados por uno de los animales que él estudió por 13 años.

La película se basó en las 100 horas de grabación que Timothy realizó de sus viajes y su vida.

Este 2023, se cumplen 20 años de la tragedia y del lanzamiento del documental.

La historia de la pareja ha generado debate sobre la ética de estudiar animales salvajes y el papel de los humanos en su hábitat natural.

Su historia es un testimonio del poder de la naturaleza y de cómo puede transformar vidas.

Aunque la tragedia se volvió viral en redes sociales recientemente, la grabación del momento exacto en que el oso atacó a la pareja fue destruida poco después de que las autoridades mataran al animal y encontraran restos humanos dentro de él.

Quien se dio cuenta de la muerte de ambos fue Willy Fulton, el piloto que los fue a buscar al lugar de recogida acordado. 24 horas antes había hablado con Timothy para pactar el viaje, pero en cuanto aterrizó en el Parque Nacional Katmai advirtió algo extraño.

El silencio del lugar lo impactó. No había ninguna persona allí, y a pesar de llamarlo a los gritos, no obtuvo respuesta. Entonces decidió volar hacia donde se alojaba la pareja y vio la peor imagen.

El campamento estaba destruido y en el lugar había un oso agachado comiendo una caja torácica.

Lo más impactante fue que la cámara de video había grabado el feroz ataque con la tapa puesta, por lo que solo logró capturar el sonido. En el audio se oye a Amie gritando «¡Sal de aquí!», gritos y rugidos.

Pero por la sensibilidad y crudeza del material, muy pocas personas tuvieron acceso a él y la recomendación fue que se destruyera.

En la grabación, que tenía una duración de seis minutos, se escuchan los gritos de Treadwell siendo devorado por el oso, mientras que Hugenard grita de desesperación y horror.

Se escucha que Timothy le pide a ella que golpee al oso con un sartén, pero no funcionó. Después de un breve silencio, se escuchan nuevamente los gritos de la mujer, quien también perdió la vida al ser atacada por el animal.

Cuando las autoridades llegaron al campamento, divisaron restos humanos esparcidos por las cercanías. La mitad del brazo de Timothy aún conservaba su reloj pulsera.

Los guardaparques mataron al oso que aún seguía allí y cuando abrieron su estómago descubrieron restos humanos y la ropa de la pareja que llevaban al momento del ataque.

La tragedia de Timothy Treadwell y Amie Hugenard es un recordatorio de la fragilidad de la vida humana y la importancia de respetar la naturaleza.

Los animales salvajes son una parte integral de nuestro ecosistema y es fundamental que los humanos aprendamos a coexistir con ellos en armonía y respeto.

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