México quiere evitar el maíz amarillo transgénico de Estados Unidos con un proyecto universitario
22/09/2023 - Hace 1 año en MéxicoMéxico quiere evitar el maíz amarillo transgénico de Estados Unidos con un proyecto universitario
México, el país que vio nacer al maíz, está trabajando para desarrollar sus propias semillas de maíz amarillo que le permitan reducir su dependencia del grano transgénico que importa de Estados Unidos. Un proyecto de la Universidad Autónoma Chapingo busca crear variedades híbridas de semilla que se adapten a las condiciones climáticas y de suelo de México y que puedan sustituir parte del maíz que se utiliza para la elaboración de alimentos industrializados y cosméticos.
El maíz amarillo es el tipo de maíz que más se importa de Estados Unidos, principalmente para alimento de ganado, pero también para la producción de harina, cereales, aceites y otros productos. Según datos oficiales, México importó alrededor de 18 millones de toneladas de maíz en 2022, de las cuales el 95% fue amarillo y el 5% blanco.
Sin embargo, el maíz amarillo que proviene de Estados Unidos es en su mayoría transgénico, es decir, modificado genéticamente para mejorar su resistencia a plagas y herbicidas. Esto ha generado una controversia entre los dos países, ya que México ha decidido restringir el uso de maíz transgénico por razones ambientales, culturales y de salud.
En febrero del 2023, el gobierno mexicano modificó un decreto emitido a fines de 2020 para prohibir el uso de maíz transgénico en la elaboración de tortillas, el alimento básico en la dieta local, pero aceptó su uso para alimento de ganado y uso industrial. Esta medida fue criticada por Estados Unidos, que considera que no está basada en ciencia y que viola el acuerdo comercial de Norteamérica, TMEC.
Ante este escenario, la Universidad Autónoma Chapingo inició en mayo un proyecto para producir semillas de maíz amarillo que no sean transgénicas y que tengan un alto rendimiento. El objetivo es tener suficientes variedades de semilla para cultivar bajo las diferentes condiciones climáticas y de suelo de México que reemplace, por lo pronto, seis de las alrededor de 18 millones de toneladas de maíz que México importa cada año de Estados Unidos.
Se estima que esas seis millones de toneladas se destinan a la elaboración de alimentos industrializados, como los que fabrican empresas como la multinacional estadounidense Kellogg o la mexicana Maseca, propiedad de Gruma.
Claudio Carballo, encargado operativo del Proyecto de Producción de Semillas de Maíz de la universidad, dijo: “Lo que vamos a hacer es poner a disposición del productor la semilla que necesita para producir y el paquete tecnológico para lograr los rendimientos que se quieran”.
El proyecto ya está generando “líneas” de variedades híbridas para ser probadas en 2024 y liberadas para siembra en 2025. Los investigadores esperan obtener semillas que produzcan entre 10 y 12 toneladas por hectárea, frente a las cuatro o cinco toneladas que se obtienen actualmente con el maíz criollo.
El maíz es un aliemento muy importante para México
Romel Olivares, coordinador del programa de maíz amarillo de Chapingo, comentó: “Es importante ser autónomos en términos alimenticios. Es como el ingreso de las personas. Si no le alcanza, pues es dependiente de alguien. Así de simple”. Y agregó: “Un país es igual. Si tiene que depender de terceros, en algún momento eso que parecía una ventaja se le va a acabar”.
Olivares también señaló que una dependencia “estructural” “invita” a recibir presiones de quien tiene el mercado. “¿Qué tal si se enoja y no me surte? ¿Para qué corro riesgos?”, se preguntó.
El gobierno mexicano ha descartado nuevas modificaciones al decreto para calmar inquietudes de Estados Unidos y de industriales acerca de que al menos el maíz transgénico para consumo animal no tendría limitaciones en el futuro. Sin embargo, ha expresado su compromiso de trabajar para reducir su dependencia de las importaciones de maíz y fomentar la producción nacional.
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