Los líderes nacionales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) se unieron para exigir al gobernador de Nuevo León, Samuel García, que respete la Constitución y el mandato del Congreso estatal en relación con la designación de un mandatario interino durante su licencia.
En primer lugar, Alejandro Moreno, presidente del PRI, enfatizó que Samuel García está actuando de manera antidemocrática al no reconocer la decisión ya tomada por los diputados locales. Moreno expresó su preocupación por la posición del gobernador, a quien calificó de ‘títere’ e ‘instrumento de Morena para tratar de romper el régimen democrático’. En sus palabras, señaló que Samuel García parece estar asumiendo un papel similar al de Morena y destacó la responsabilidad de liderar un estado como Nuevo León.
Por su parte, Marko Cortés, líder del PAN, resaltó que Samuel García incumplió su promesa de completar sus seis años al frente del gobierno estatal. Cortés subrayó que, si el gobernador desea dejar Nuevo León, debe respetar el mandato del Poder Legislativo, que cuenta con un respaldo popular considerablemente mayor al obtenido por García en su elección como gobernador.

Por otro lado, Jesús Zambrano, presidente del PRD, expresó su confianza en la posibilidad de alcanzar un acuerdo para resolver la crisis política en Nuevo León. Haciendo énfasis en la necesidad de recurrir al diálogo en lugar del uso de la fuerza, Zambrano planteó dos opciones claras: respetar el Estado de derecho, lo que implicaría la designación de un nuevo gobernador por parte del Congreso, o que Samuel García regrese a gobernar y deje de ser candidato o aspirante.
Estas declaraciones conjuntas de los líderes de tres partidos políticos prominentes de la oposición reflejan la gravedad de la situación en Nuevo León y la preocupación compartida por el respeto a las instituciones y al Estado de derecho.
La insistencia en que Samuel García respete las decisiones del Congreso resalta la importancia de preservar la estabilidad política y democrática en el estado, a pesar de las tensiones y desafíos actuales. La crisis política en Nuevo León sigue siendo un tema de interés nacional, y las acciones y declaraciones de los líderes políticos continúan siendo cruciales para su resolución.
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